En septiembre de 2015 casi todo fue recordar cosas de agosto por la Meseta.
Una visita a san Baudelio de Berlanga. También a san Juan de Baños. Y a Quintanilla de las Viñas: vaya tres sitios top.
Estuvimos en Castrojeriz, viendo las iglesias y yo quejándome del paso del tiempo. También en Villaveta. Y en Villalcázar de Sirga. Y viendo a Pedro Berruguete en Paredes de Nava y Becerril de Campos.
Había releído Hombres en armas, de Evelyn Waugh, y recordaba un pasaje de la vida militar como colegio. También sobre la cuestión del matrimonio y el divorcio. Y sobre gaitas escocesas.
Un texto que es más ahora de lo que era cuando lo escribí: una descripción de la epidemia en Atenas que yo leí en clave cristológica y que ahora me da un poco de vértigo leer.
Leí Cosas que me has contado, un gran libro.
Estuve en Toro, en la Colegiata y en el convento de Sancti Spiritus.
Y en el propio septiembre de 2015 fui a Soria: nombres en el camino de ida, estancia en santa María de Huerta, visita por el monasterio:
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