Yo, durante esos días por Valladolid, me vi una buena parte de lo que se considera arquitectura visigoda. Pero lo que me quedó claro de lo que me explicaron unos amigos fue que lo que se dice visigodo, visigodo, hay poco. Mejor sería considerarlo todo mozárabe, más o menos tosco, pero mozárabe.
Y esa es otra, los mozárabes, qué problema presentan también: o talibanes o ultracatólicos (¡mes semblables, mes frères!) o «visigodos redivivos» (¿nacionalistas españoles? reclamando la ¿herencia? ¿visigoda?).
Lo que está claro es que no tengo nada claro nada de ese periodo. Bueno, ni yo ni nadie, que en esto del arte español rascas un poco y todavía Gómez Moreno (al que admiro un montón) reina a sus anchas, porque nadie mueve un sillar del edificio que hizo aquella generación de hace casi un siglo.
El dia de El Burgo de Osma pudimos acercarnos a san Baudelio de Berlanga (y pasar por Berlanga de Duero; qué castillo, señores, que no nos pudimos parar a ver), que era uno de los sitios de España que más me ilusionaba conocer. Es un edificio mozárabe, como un monasterio comprimido en un paralelogramo. Una maravilla. Conmovía, aunque el calor del día hizo que estuviésemos más fríos de lo que me imaginaba que íbamos a estar. Pero es muy dulce el recordarlo ahora, lo que no quita para que quiera volver cuanto antes, preferiblemente un día bien frío.
Pero mirad la planta, que yo ya lo tengo claro, pero os puede ayudar a situaros:
El espacio bajo los arcos es mínimo, lleva a una cueva que quizá es el origen de todo. Como siempre, un lugar apartado, con agua, en un territorio todavía peligroso pero seguramente abandonado por los árabes hace tiempo:
El extintor es mal, pero está bien para que se note el mínimo tamaño de ese espacio.
Quedaban los dibujos iniciales de las superficies de las pinturas, las sinapias:
Algunas están en El Prado:
Pude haberme llamado Baudilio pero eso es una larga historia y Dios es misericordioso (¡no, no creo que mis padres se hubieran atrevido!). Si te van los visigodos, vuelve otra vez por Tui. Parece que allí se crió Witiza, algunos hasta dicen que incluso tuvo su corte en lo que aún se llama "Pazos de Reis".
ResponderEliminarMadre mía, el extintor... claramente necesario, no sea que prendan los muros, las columnas o el techo... de piedra.
ResponderEliminarBaudilio se llamaba mi profesor de Lengua y Literatura de BUP.
Bueno, en realidad me pude haber llamado "José Baudilio".
EliminarMe quedé en José Bernardino.
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