miércoles, 6 de noviembre de 2024

Innsbruck 23 - Una cuesta muy en cuesta a las Carmelitas

En los días de este verano en Innsbruck me di cuenta de que a poco más de media hora estaba el convento de las Carmelitas y me animé a dar un paseo hasta allí. Miré en Google Maps y todo parecía muy sencillo. Con lo que no contaba era con las inmensamente empinadas cuestas que me encontré ya casi desde el principio. Debería haber caído en la cuenta al ver desde el puente que cruza el Inn el carril del tranvía:

Nada más cruzar puede ver algo que me podría ayudar. Qué avanzados son en Austria, donde tienes expendedores de porros para que esas cuestas sean más llevaderas (Hanf es cáñamo):



Más arriba me encontré un expendedor de leche y huevos (con un selfie involuntario):

Cada día leche fresca entera, a un euro el litro:

Y aqui los pepinos y los calabacines a un euro cada uno: 

El convento de las Carmelitas, nuevo, estaba arriba de la cuesta, media hora después. Llegué sudoroso y entré en la iglesia, llena de paz.

martes, 5 de noviembre de 2024

Fui a ver Hospitalitas, Las Edades del Hombre en Santiago

He estado retrasando meses el visitar la exposición de Las Edades del Hombre, Hospitalitas (no, no me gusta que pongan el título en latín), porque me temía que no me iba a entusiasmar. 

Así ha sido: es la enésima exposición sobre el Camino, la hospitalidad, la peregrinación, los santos peregrinos. Lo mismo de siempre, otra vez. Yo creo que ya había visto el 80% de las obras y de las que no, pues tampoco había nada especialmente destacado. La mitad son de la Catedral y del Museo de las Peregrinaciones: las han trasladado 300 metros y se las venden al guiri como una gran novedad. Mientras, los que hemos visto los mismos Santiagos y los mismos santos peregrinos mil veces, tenemos que pagar ahora 10 euros para verlos otra vez. Además, han puesto esas estructuras de madera tan insufribles en medio de la iglesia de san Martin Pinario: consiguen ahogarla, cosa increíble en una iglesia tan monumental como esa. Hasta el inmenso retablo está empequeñecido. Espero que cuando acabe la exposición quiten toda esa madera haciendo carrilitos y "espacitos expositivos".

De los documentos y libros que exponían la mitad son facsímiles. Y yo me pregunto: ¿para qué hacen algo así?, que no se molesten, que ya bastante aburrido siempre es lo de los documentos y los libros como para llevar allí copias: que pongan el enlace a internet y lo vemos desde casa. O pones el Codex Calixtinus o nada, pero no pongas el facsímil. Y luego llevan un ejemplar impreso de La pícara Justina: ¿pero de qué vais?

Las demás obras, pintura y escultura, son, pues bueno, regulares como mucho. Por salvar algo, un san Lesmes de Murillo, un Santiago (de Nava del Rey) de Gregorio Fernández. Siempre tienen estos de Las Edades del Hombre, que son ahora una máquina de hacer exposiciones fofas, la excusa de la selección temática o catequética para traerte cosas de medio pelo a cuenta por ejemplo que es de un santo que aparece con bastón de peregrino.

A mí había otra cosa que no me gustaba, saber que tenían a la Virgen del Manzano en la exposición. Me molesta que la hayan sacado de la Colegiata de Castrojeriz: es una imagen de culto, de casi 800 años, de piedra, mencionada en las Cantigas. Y casi me la perdí, porque la habían puesto en la sacristía, en un espacio esquinado, donde para colmo a la gente le ofrecían gafas de realidad virtual. Mal, muy mal. Yo a la Virgen del Manzano le recé una Salve, pero de mal humor. La han restaurado, está más brillante la policromía, que es barroca seguro, los pómulos muy rojos. Le hice fotos. Su cara era muy dulce. El Niño estaba mucho más estropeado:





lunes, 4 de noviembre de 2024

El primer círculo de Alexandr Solzhenitsyn

Había leído hace más de veinte años El primer círculo, de Alexandr Solzhenitsyn, que me había impresionado mucho y del que no recordaba prácticamente nada, solamente una escena, un personaje, de las decenas que hay en este gran libro de casi 750 páginas y 96 capítulos. 

Lo he leído ahora, como si fuera de nuevas, todas las noches de estas últimas semanas, un capítulo o dos al día, impresionado. Son, como dice la nota final del autor, "retratos sacados del natural". Ves que aquí hay un trasfondo de veracidad en la multiplicidad de personajes vivos (ese lío con los apellidos, nombres y patronímicos, además de los motes, tan de las novelas rusas), en los continuos diálogos, porque es una gran novela de conversaciones, en el modo de funcionar en la cárcel (y también en el Moscú de la época) que se describe tan en detalle. Hay una escena de un arresto y posterior internamiento en la Lubianka, impresionante. Hay un retrato de la mujer de uno de los presos, inolvidable (pero yo me olvidé y lo he releído impresionado ahora).

Se trata de una cárcel con científicos de alto nivel, el primer círculo del infierno de cárceles del estalinismo. Solzhenitsyn en Un día en la vida de Iván Denisovich, libro que me noqueó en la adolescencia, comenzó a hablar de su experiencia en el sistema de campos de concentración soviéticos, y luego sacó Archipiélago Gulag, el testimonio de múltiples voces que recopiló sobre el sistema carcelario estalinista, un horror de maldad, un abismo de abyección para el género humano. Esta novela es como una aplicación de esa magna obra histórica, pero centrándose en un aspecto, quizá el menos sórdido en lo que se refiere a circunstancias externas, de toda esa opresión de un régimen que se había apoderado de Rusia. Como no se centra en lo más tremendo de los campos de concentración soviéticos (esos fríos polares de Kolimá, las palizas, los viajes interminables en trenes de ganado, la tortura psicológica continua) puede dedicarse aquí a plantear el que quizá sea su gran tema de fondo (al menos por lo que he leído de Solzhenitsyn; también Pabellón de cáncer, otra impresionante novela): el sentido de por qué seguir viviendo, el cómo vivir en un mundo de maldad, que te convierte en un ser que no existe. Curiosamente, no hay rastros, que yo haya visto, de estoicismo, ni de lejos. Los personajes de esta novela viven con condenas enormes, perdiendo allí su juventud, la posibilidad de tener hijos, de ni siquiera poder escribir a sus mujeres, desaparecen del sistema, ni siquiera pueden pensar en dejar un recuerdo. Todo está más centrado en lo cotidiano, en seguir adelante, sin plantearse más. Es tremendo. En cierto modo es como un comentario al lasciate ogni speranza voi ch'entrate. Solamente hay mínimos atisbos de esperanza.

Yo estaba pensando mientras lo leía en nuestra realidad política, con el tipejo que padecemos. No quiero decir que sea Stalin, pero hay puntos de contacto: el sistema ha creado víctimas, por ejemplo los falsamente acusados de "violencia de género", que han pasado por cárceles. Es una ironía lo que le está pasando ahora a Errejón, caído en las trampas de esa red de mentiras que el contribuyó a crear junto a esos de Podemos, ese cáncer que llevamos diez años padeciendo, la enésima reencarnación del comunismo que se ve en este libro; quizá por eso yo no tuve nunca la más mínima simpatía por ellos, tan subiditos en su superioridad moral, mientras veía con asombro el arrobo con el que los miraban muchos, empezando por buena parte de los periodistas españoles.



viernes, 1 de noviembre de 2024

Maravillas artísticas comentadas

Son unas cuantas, pero antes quería poner este vídeo que han hecho en el Museo del Prado recreando el modo que tenía Rubens de pintar un cuadro:
 

De la National Gallery, esta exposición de cuadros de Van Gogh con detalles impresionantes:

Los demás vídeos son de SmartHistory. Resulta que estuvieron por Flandes y qué bien: 
-Los siete sacramentos, de Rogier van der Weyden:  
-El relicario de santa Úrsula en Brujas, de Hans Memling:  
-Y, a lo grande, un tríptico monumental del propio Memling, también en Brujas:

-El descenso de la Cruz de Rubens:

Los de Smarthistory han ido poniendo también cosas de arte contemporáneo que me han gustado poco en general. Luego, de otro ámbito completamente distinto es este icono interesantísimo:

El icono de la Virgen Hodegetria Dexiokratousa, del monasterio de santa Catalina del Sinaí. Mosaico:

Y también pongo esta conferencia "Piero della Francesca. Un genio del Renacimiento y su fortuna moderna" de Daniele Benati, muy interesante:

jueves, 31 de octubre de 2024

Innsbruck 22 - Andando hasta Wilten

En un lado de Innsbruck está Wilten, donde desde 1138 hay un monasterio premostratense fundado por un gigante, Haymon. Ahí lo tenéis:


Al lado está la parroquia de Wilten, con la Virgen de los Cuatro Pilares. Era una iglesia barroca por demás, donde uno no sabe dónde mirar. Justo detrás se ve lo de los saltos de esquí, diseñado por Zaha Hadid, pluriempleada en Innsbruck, donde hizo también las estaciones del tranvía que sube a las montañas del otro lado:

Yo me paré más por el cementerio. Por ejemplo en estas dos lápidas, una a su "mamita" y otra de un "Profesor Universitario":

Luego me llevé la alegría de encontrar allí a alguien conocid: vi la tumba de Ludwig von Pastor, el historiador de los papas. Dentro de la iglesia estaba otro von Pastor, seguramente de la familia:




De vuelta pasé por la plaza donde hay un monumento a los liberadores de Austria hecho por los ocupantes franceses, con un rótulo latino y tres más, en inglés, francés y ruso. Nada en alemán. Austria sigue pareciendo una potencia ocupada, al menos en el relato oficial dominante:

miércoles, 30 de octubre de 2024

Un artículo sobre Mario Míguez

Hice un artículo en la revista Myrtia, de la Universidad de Murcia, sobre la poesía de Mario Míguez. Lo mío es un modo reductivo de ver su poesía, desde mi punto de vista del mundo clásico, pero espero que sirva para entender una línea que creo que se ve a lo largo de su obra poética. 

Lo podéis leer, si gustáis, en este enlace.



martes, 29 de octubre de 2024

Innsbruck 21 - Más de cementerios

En el viaje a la cascada de Stuibenfall pasamos por la iglesia de Umhausen. 

En el cementerio pude darle vueltas al dilema con el que se enfrentó el ahora beato Franz Jägerstätter, de lo que habla la grandiosa película Vida oculta, de Malick. Todos los que acabaron en el ejército nazi cargan con una culpa que no es necesariamente personal, pero que ahí está. Por ejemplo, me impresionó un recordatorio a un muerto en Rusia. Dice "en silencioso recuerdo a mi padrino y tío Christian Schmid, que murió con 34 años en Rusia y allí está enterrado, en el cementerio de héroes de Jodlova".

En la iglesia estaba una vidriera que recogía el tema de la ayuda a los heridos de la guerra. No sé quién será el que está representado como san Jorge arriba:

Luego subimos a Kühtai, una estación de esquí, con vacas y caballos por la carretera y de allí a Gries im Sellrain, donde visitamos la iglesia. La rodeaba el cementerio y había lápidas a los muertos en la primera y en la segunda guerras mundiales, muchos muertos, mucha pena, además de estar en el ejército equivocado, para mayor amargura. En esta lápida están solamente los de la Primera Guerra Mundial, que no es tan mal vista, incluso para ese bando perdedor. Ponen dónde murió cada uno:


Este es el de la Segunda Guerra Mundial. Son del ejército austriaco y son del ejército nazi, como quieras ponerlo:

En el interior, se acordaban de un párroco que con 42 años después de celebrar la Misa se murió en la iglesia de un derrame cerebral:

Me volvió a llamar la atención que pongan el oficio en la tumba, me parece muy bien. Aquí está enterrado uno que era carpintero y otro, taxista. Esto dice mucho de Austria, me parece, y bueno: