Me leí el domingo los salmos que tradujo fray Luis de León: qué pena que no llegara a traducir todos. Es una maravilla cómo lo hace, con qué finura.
Del salmo 145 copio esto sobre cómo Dios manda nieve y hielo:
Envía y lanza nieve
como copos de lana carmenada;
aqueste es el que llueve,
y esparce niebla helada,
menuda cual ceniza derramada.
Envía también del cielo
cual planchas de cristal endurecido
el riguroso yelo,
cuyo frío crecido
no puede reparar ningún vestido. (21-30)
Me impresiona mucho, y ya me había fijado en la traducción de Navarra, donde dice directamente "escarcha", lo de la niebla helada que esparce, "menuda como ceniza derramada". Qué bonito.
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