También del volumen 2 de la Monarquía Mística de la Iglesia, de fray Lorenzo de Zamora, de 1601, esta macabra descripción del lugar donde dejaban los restos de los muertos, un sito que llama el carnero. Nosotros de pequeños en Castrojeriz llamábamos a un espacio con calaveras esculpidas en las paredes la huesera:
En todas las iglesias principales tienen las personas nobles sus enterramientos señalados, unos más y otros menos honrados. Fuera de esto hay un carnero donde se echan los huesos que cuando alguno han de enterrar de nuevo sacan, y en él muchos cuerpos, unos medio podridos, otros podridos del todo, unos sin pies, otros sin manos, unos corriendo materia, otros medio abiertas las entrañas, unos bañando en gusanos, otros sacados los ojos, unos destroncado un brazo, otros descubierta la mitad de la cabeza, unos agujereada por mil partes la cara, otros desconcerta[da]s las ternillas, unos carcomidos los labios y que parece que los dientes están regañando, otros deshechos y estropeados (98).
Esto es la huesera. Aquí nos subíamos de pequeños (foto de aquí).
La foto, de aquí.
La verdad es que menuda descripción detallada la de fray Lorenzo... entiendo que "carnero" y "huesera" representan conceptualmente lo mismo: un sitio donde amontonar lo que sea que quede de los muertos anteriores cuando hay que volver a usar una sepultura para enterrar a un muerto más reciente, ¿no? Pero que o bien en Castrojeriz se esperaba un tiempo más largo antes de reutilizar una sepultura, con lo que ya solo quedaban huesos; o que lo de "huesera" era más un eufemismo higiénico, pero que allí se tiraría el muerto estuviese como estuviese si hacía falta su sepultura.
ResponderEliminarQue también, ya me dirás: si el objetivo es enterrar a la gente dentro de la iglesia, y eso es lo que limita el espacio, sacar los muertos que ya están para meter muertos nuevos no deja de ser vestir a un santo desvistiendo al anterior; le das al muerto nuevo la honra que le quitas al viejo...
Yo creo que aquí fray Lorenzo se pasa, por forzar la cuestión del horror de los restos. Yo me imagino que más bien sería todo como la "huesera", esos restos que son solamente trozos de hueso, como mucho, que se amontonan en ese sitio aparte, como pasa en Castrojeriz. Lo otro me cuesta creer que fuera realmente así, pero se adelanta setenta años a las pinturas macabras de cadáveres medio podridos de Valdés Leal.
EliminarMe recuerda mucho a los sermones de Potamio de Lisboa que son todo gusanos y carnes descompuestas.
ResponderEliminarSupongo que se podría hacer una línea con este tipo de descripciones, que abarcan varias épocas: es un tema atractivo, a su modo.
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