Sería ilustrativo poner aquí mi conversación con Antón en whatsapp: grabé en mi calle, la avenida de Coimbra, el canto armonioso de un pajarito y se lo mandé y me dijo que era una curruca capirotada. Varias semanas después oí un canto armonioso y lo grabé (porque alguien me había dicho que a ver si era un colirrojo tizón el que Antón consideraba curruca) y resultó en este caso, todo según Antón, que era un mirlo. Yo pensaba que era el mismo pájaro.
A estas alturas de mi vida no sé nada de cantos de pájaros. He leído sobre ello, sobre la avecilla que me cantaba al albor y tantas otras y he puesto aquí canciones y poemas sobre el canto burlón del mirlo (y mirad qué otro poema de d'Ors puse hace años), pero el hecho es que nunca les he prestado atención. La reválida de la vida va a ser de aúpa, con tantos temas que no tengo preparados.
En el Museo Nacional de Artes Decorativos vi representaciones de pájaros del siglo XVIII, en una gran mesa y en unas piezas orientales muy bonitas:
Se agradece la mención, aunque me hagas quedar como un examinador implacable. No te preocupes; en esa reválida nos chivaremos las respuestas, que yo de Clásicas no ando allá muy ducho...
ResponderEliminarMuy bonitos los pájaros ¿taraceados?, y los paneles.