viernes, 2 de julio de 2010

Le merle moqueur

En el nuevo -y otra vez excelente- libro de poemas de Miguel d'Ors*, me encuentro tres menciones de mirlos:
-En el primer poema del libro (Desde mi ventana), lleno de humor, esta primera estrofa:
Me asomo a la ventana a degustar
la tarde. Hay aquí un mirlo algo coplero.
Cantaba hace unos meses, con Aznar,
igual que hoy con Rodríguez Zapatero.

-En Amapola, un poema enorme, esto:

[la amapola] contenta
como el canto de un mirlo en un cerezo.

-En Vida Nueva, todo gira en torno a un mirlo. Sólo pongo aquí el inicio:
1 de enero. El mirlo de mi barrio
amanece cantando la misma partitura
de todas las mañanas.

Y a mí me ha alegrado mucho pensar que todo tenga que ver con Le temps des cerises, aquella canción que descubrí hace dos meses.

*Sociedad limitada, Renacimiento, Sevilla, 2010

1 comentario:

  1. ¡Qué grande Miguel, que escribe su nombre en minúscula!

    ¡Ese mirlo chulesco, que no para de recordarnos a los humanos nuestra vanidad!
    Cuando de paseo me topo en una alameda con él, me pongo a silbar, tratando de rebatir sus argumentos, pero siempre pierdo.

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