Estoy acabando, esta vez sí, las Obras Completas de san Juan de Ávila. Después de la gran impresión de haber leído, esta vez sí, las dos versiones del Audi, filia, tan distintas, me quedan solamente algunos trataditos particulares. En uno sobre la Confesión aconseja acercarse con humildad:
Humilde ansí mismo en lo exterior; que ha de ir, cuando fuere a confesar, muy honesto en los vestidos; especialmente si es mujer, no ha de ir muy galana ni afeitada [=maquillada]; si es hombre, hase de llegar sin espada, hincarse de rodillas, quitarse el bonete o gorra; la mujer, cubierto su manto por la honestidad; han de ir con mucho temor y reverencia (OC 1.844.24)
Gran sorpresa: luego los hombres en la España de mediados del XVI iban a la iglesia con espada. Yo creía que era solamente en los retratos cuando llevaban espadas, no para ir a Misa. Me acordé de un comentario de Tucídides (1.6) de que en los tiempos homéricos todos iban con armas; eso le servía a Tucídides de señal de la inseguridad de aquellos tiempos. Ahora lo que tendría que saber es si esas espadas del siglo XVI eran de adornos o estaban afiladas de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario