En marzo de 2015 yo seguía con mis comentarios al Banquete de Platón, pero también con la hermenéutica de las pintadas de mi Facultad, algunas de ellas en verso. También carteles a lo retro.
Ponía unos cuantos aforismos excelentes de Lec.
Me quemaba con un viajero del siglo XIX, Richard Ford, un tonto con balcones a la calle.
En ese mes de marzo fui a Biescas, en el Pirineo y recuerdo lo que me impresionaron los montes-montes.
También entonces acabamos de leer en el coche el volumen I de Proust, que nos impresionó.
Disfruté mucho de la correspondencia entre Miguel Delibes y Gonzalo Sobejano.
Ponía mi fachada de hormigón favorita, sin duda:
No hay comentarios:
Publicar un comentario