En abril de 2019 retrataba a mi madre cocinando y cosiendo. Fuimos a Villadiego, donde visitamos la iglesia.
Hacía una reflexión meta-bloguera sobre el porqué de este blog mío, tan longevo y tan medianillo. También me aprovechaba de algo de Las Moradas de santa Teresa para lo mismo.
Tenéis que leer este texto maravilloso de san Juan de Ávila, donde habla de cómo nos trata, con tanta compasión, Dios a todos, que somos como erizos.
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