martes, 30 de junio de 2009

Fe adulta

Excelente homilía de B16 al final del Año de san Pablo. Hacedme caso, leedla entera.
Para perezosos (o para animaros a leerla), selecciono algunos pasajes (negritas mías) [al acabar de cortapegar los textos veo que sale algo todavía largo, pero más no sé o no puedo reducirlo]:

- Ante todo [san Pablo] afirma, como algo fundamental, que con Cristo se inició (...), un nuevo culto, (...) el hombre viviente se transforma él mismo en adoración, "sacrificio" hasta en el propio cuerpo. Ya no se ofrecen cosas a Dios. Nuestra propia existencia debe convertirse en alabanza de Dios. (...): "No os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios..." (12, 2).
(...)
-Sólo si nos convertimos en hombres nuevos, el mundo se convertirá en nuevo. Esto significa también que no basta adaptarse a la situación actual.
(...)
-Al explicar cómo convertirse en hombres nuevos, Pablo alude a la propia conversión: a su encuentro con Cristo resucitado, (...) : "El que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo" (2Cor 5,17) (...). Nos convertimos en nuevos, si nos dejamos conquistar y plasmar por el Hombre nuevo, Jesucristo. Él es el Hombre nuevo por excelencia. En Él la nueva existencia humana se convierte en realidad, y nosotros podemos verdaderamente convertirnos en nuevos si nos ponemos en sus manos y nos dejamos plasmar por Él.
(...)
-Pablo hace aún más claro este proceso de "refundición" diciendo que nos convertimos en nuevos si transformamos nuestro modo de pensar. Esto que aquí ha sido traducido como "modo de pensar", es el término griego "nous". Es una palabra compleja: puede ser traducida como "espíritu", "sentimiento", "razón" y, también, como "modo de pensar" (...). la renovación debe ser completa. (...) El pensamiento del hombre viejo, el modo de pensar común está dirigido en general hacia la posesión, el bienestar, la influencia, el éxito, y la fama. Pero de esta manera tiene un alcance muy limitado. Así, en último análisis, queda el propio "yo" en el centro del mundo. (...) Es necesario aprender a comprender la voluntad de Dios, de modo que plasme nuestra voluntad para que nosotros queramos lo que Dios quiere, porque reconocemos que aquello que Dios quiere es lo bello y lo bueno.
(...)
-La palabra "fe adulta" en los últimos decenios se ha transformado en un eslogan difundido. Con frecuencia se entiende como la actitud de quien no escucha a la Iglesia y a sus pastores, sino que elige de forma autónoma lo que quiere creer y no creer, es decir, una fe "hecha por uno mismo". Esto se interpreta como "valentía" para expresarse en contra de Magisterio de la Iglesia. En realidad para esto no es necesaria la valentía, porque se puede siempre estar seguro del aplauso público.
En cambio la valentía es necesaria para unirse a la fe de la Iglesia, incluso si ésta contradice al "esquema" del mundo contemporáneo. A esta falta de conformismo de la fe Pablo llama una "fe adulta". (...) forma parte de la fe adulta, por ejemplo, comprometerse con la inviolabilidad de la vida humana desde el primer momento de su concepción, oponiéndose con ello de forma radical al principio de la violencia, precisamente en defensa de las criaturas humanas más vulnerables. Forma parte de la fe adulta reconocer el matrimonio entre un hombre y una mujer para toda la vida como ordenado por el Creador, reestablecido nuevamente por Cristo.
(...)
-Describe la fe madura, realmente adulta de forma positiva con la expresión: "actuar según la verdad en la caridad" (cfr Ef. 4, 15). El nuevo modo de pensar que nos ofrece la fe, se desarrolla primero hacia la verdad. El poder del mal es la mentira. El poder de la fe, el poder de Dios, es la verdad. La verdad sobre el mundo y sobre nosotros mismos se hace visible cuando miramos a Dios. Y Dios se nos hace visible en el rostro de Jesucristo. Al contemplar a Cristo reconocemos algo más: verdad y caridad son inseparables. En Dios, ambas son una sola cosa: es precisamente ésta la esencia de Dios. Por este motivo, para los cristianos verdad y caridad van unidas. La caridad es la prueba de la verdad. Siempre seremos constantemente medidos según este criterio: que la verdad se transforme en caridad para ser verdaderos.
(...)
-Quien junto con Cristo sirve a la verdad en la caridad, contribuye al verdadero progreso del mundo. Sí, es completamente claro que Pablo conoce la idea del progreso. Cristo, su vivir, sufrir y resucitar, ha sido el verdadero gran salto del progreso para la humanidad, para el mundo. Ahora, en cambio, el universo tiene que crecer hacia Él. Donde aumenta la presencia de Cristo, allí está el verdadero progreso del mundo. Allí el hombre se hace nuevo y así se transforma en nuevo mundo.
(...)
-El vacío interior -la debilidad del hombre interior- es uno de los más grandes problemas de nuestro tiempo. Tiene que reforzarse la interioridad -la perspectiva del corazón; la capacidad de ver y comprender el mundo y el hombre desde dentro, con el corazón. Tenemos necesidad de una razón iluminada desde el corazón, para aprender a actuar según la verdad en la caridad. Pero esto no se realiza sin una íntima relación con Dios, sin la vida de oración. Tenemos necesidad del encuentro con Dios, que se nos ofrece en los sacramentos.
(...)
-El amor ve más allá de la simple razón, esto es lo que Pablo nos dice con sus palabras. Y nos dice además que sólo en la comunión con todos los santos, es decir en la gran comunidad de todos los creyentes -y no en contra o en ausencia de ella- podemos conocer la enormidad del misterio de Cristo. Esta enormidad la describe con palabras que quieren expresar la dimensión del cosmos: anchura, longitud, altura y profundidad. El misterio de Cristo es una enormidad cósmica: Él no pertenece sólo a un determinado grupo. El Cristo crucificado abraza el entero universo en todas sus dimensiones. Toma el mundo en sus manos y lo eleva hacia Dios.

lunes, 29 de junio de 2009

Roma (y 17)

Se acaba el año de san Pablo; como hay que cerrar la serie sobre Roma (que me voy a Praga el domingo y quiero hablar de Madrid antes de irme) viene bien como broche de oro la visita a san Pablo Extramuros. Aquí lo tenéis, a punto de cortales la cabeza a unos franciscanos creo que polacos (en todo caso hablaban un idioma incomprensible; foto de Suso):

En la parte delantera había una misa con obispos y de todo. Y yo le obligué a Suso a saltar el parapeto: nos estábamos colando, pero ya tenemos cierta costumbre. Luego descubrimos que podríamos haber entrado con normalidad por un lateral, pero no es lo mismo entrar colándose en una de las cuatro Basílicas mayores de la Cristiandad que pasar por donde todo el mundo.
De las cosas más impresionantes que había allí: el candelero pascual, de varios metros, de piedra, románico. Merece una visita amorosamente detallada de cada escena (aquí, una crucifixión -foto de Suso también):


El claustro era pequeño, con columnitas adornadas de piezas de mosaico (es el cosmatesco); una inscripción latina recordaba a los novicios (es una abadía benedictina) que por muy hermoso que fuera aquello, más bonito es el cielo:


Foto de aquí

Y fue una Basílica que se quemó en el siglo XIX: lo que ahora vemos en gran parte no es auténtico, aunque sí noble, verdadero y grandioso. Se salvó la cabecera, con un mosaico también magnífico. Lo más conmovedor: el papa Honorio, como una garrapata a los pies de Jesús:


La excelente foto, de Jim Forest
Y a los lados de Cristo "IC" y "XC" con un signo de abreviatura encima, que son las abreviaturas griegas de IesouS XristóS (iota/sigma y chi/sigma); y en el libro que lleva pone: Venite Benedicti Patris Mei, percipite regnum Q. V. P. A. O. M. [quod vobis paratum (est) ab origine mundi]: Mt. 25, 34.
Y a los lados del Cristo, san Pablo, claro (con su nombre en latín SCS PAULUS / y griego A[con un círculo = hagios: santo]ΠΑΥΛΟC a los lados) y san Pedro (sólo en latín), los dos siempre juntos por toda Roma.
Y han descubierto dos cosas impresionantes los arqueólogos sobre san Pablo: más datos aquí.
Y esta serie la cierro recordando esa imagen de san Pedro cuyo pie besé, en el Vaticano.

miércoles, 24 de junio de 2009

Salir de casa

Están todos los castaños como llenos de estrellas (deben de ser flores, Antón nos enseñó las del liquidámbar, pero las del castaño no me las sé).
Fresquito, nubes, olor como de la Puerta del Monte de Castrojeriz que quizá sea de los castaños, todo tranquilo.
Hay una exposición de Tarsila de Amaral: como pensaba que iba a ser una basura me llevé la sorpresa de descubrir algunos dibujos bonitos, de Rodas, de Venecia, de Vitória (la de Brasil).
Hay música por las calles.
Y entonces, ¿por qué me voy a Madrid mañana? Voy a estar en una reunión muy interesante, voy a poder ver a amigos, me van a dejar cosas de Flannery, vamos a visitar la nueva ordenación del Reina Sofía, quizá podamos volver al Prado (me toca esta vez franceses, ingleses y quizá italianos).
Y yo, mientras, pensando en el calor que puede hacer allí del jueves al sábado.

martes, 23 de junio de 2009

Los peligros del mar

En la misa del domingo, el mar como el mal que parece que nos va a ahogar, pero que al final nunca domina, por muy duro y terrible que parezca. Y primero en el libro de Job (38, 1. 8-11) en un texto impresionante:
El Señor habló a Job desde la tormenta:
¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando le puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas?
Y en el salmo 107:
Entraron en naves por el mar, comerciando por las aguas inmensas. (...)
Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar.
Se alegraron de aquella bonanza, y él los condujo al ansiado puerto. en gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.
Y el Evangelio (Mc 4.35-40)
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar*: «¡Silencio, cállate!»
En la traducción 'oficial'de la Misa se leía 'lago'. En el texto pone thálassa, en la traducción latina mari, pero los traductores españoles se pasaron de listos queriendo ser geógrafos y cargándose todo lo que lleva dentro la palabra mar. 

El otro día un profesor italiano nos habló en una conferencia de la influencia de Hesíodo en la poesía latina y señaló justamente lo importante que es el tema de los peligros de la navegación (y los motivos de codicia para arriesgar en él los bienes y la vida), que trata primero él y que tendrá una larga tradición en Grecia, Roma y por medio de Horacio en la tradición posterior.
Y fray Luis de León otra vez más -redescubro- aúna lo clásico y lo bíblico en una armonía maravillosa. Por ejemplo en la Oda 14, Al apartamiento (entera aquí; error es un cultismo: vida errante):
Oh ya seguro puerto
de mi tan luengo error! ¡Oh, deseado
para reparo cierto
del grave mal pasado
reposo dulce, alegre, descansado!
Y la 5, De la avaricia, con las mismas imágenes.


[Y se me ocurre mirar la voz Mar en el Vocabulario Bíblico que puso Hernán y os lo recomiendo vivamente: es una maravilla poder leerlo así, con las citas apareciendo debajo a medida que pinchas].

domingo, 21 de junio de 2009

Roma (16)

Quedan quince días para irme a Praga -estaré tres semanas- y todavía estoy contando cosas de Roma: parece que siempre estoy de viaje y el hecho es que estiro mucho el chicle y ya hace que volví dos meses, nada menos. Pero no quería dejar sin contar aquí lo del día de las dos misas.
Fue el domingo: por la mañana estuvimos en san Juan de Letrán, en una misa solemnísima; a nuestro lado quedó el apóstol Santiago, que se movió de hornacina para estar cerca de sus paisanos. Presidía un sacerdote que podría haber muerto -como santo Tomás Beckett- sobre el altar. Había un coro algo lejano pero bueno y era una Basílica Mayor, impresionante. Y también el Baptisterio y la Escala Santa.
Por la tarde en santa María del Trastevere estábamos viendo fascinados en el mosaico a Jesús sentado a la altura de su madre y con el brazo en su hombro cuando se fue la luz. Preguntamos y resultaba que la Comunidad de san Egidio iba a tener una Misa de rito oriental (pero en italiano) en un rato (y no me preguntéis por qué): y allí que nos quedamos.
Comenzó todo a oscuras, con una procesión solemne desde el fondo. Había un coro que cantaba los melismas bizantinos que era como para morirse allí mismo, alternándose con los celebrantes, con una sensibilidad y una piedad admirables. Y las lecturas bien leídas y todas las veces que nos santiguamos y todas las veces que dimos Gloria a Dios, y el incienso y los iconos, y la firma de san Juan Crisóstomo, que se puso el tío en el canon para que rezaran por él. Era como estar otra vez en Eslovaquia pero entendiendo todo lo que se decía y cantaba. Duró otra hora y media: tres horas de misa y tan contentos.
Y al hilo de esto, dos ejemplos de liturgia para todos pero que quizá apelasen más a ese grupo tan menesteroso llamado 'los intelectuales', esa gente que está buscando sentido por todas partes, a veces -los mejores- en la música clásica o en el arte.
Uno es la procesión del Corpus de Oxford, de la que enlazo una foto, con estudiantes de Oxford en traje académico con el palio, por las calles de la ciudad:


Y el otro es de Corpus Christi Watershed, un grupo de artistas católicos en Estados Unidos que entre otras cosas están promoviendo la liturgia:
   
 Quizá en un futuro en España tengamos algo que se acerque, aunque sea de lejos, a la sencillez, solemnidad y belleza, de todas estas iniciativas.

sábado, 20 de junio de 2009

Roma (15)

Pilar me había dicho que teníamos que visitar san Clemente y ahora yo también lo recomiendo vivamente: es como dar un curso acelerado de historia del arte y encontrar en estratos toda la historia del cristianismo.
En España estamos acostumbrados (mal) a pensar desde el siglo VIII como muy pronto (por razones nacionalistas, ça va de soi): la lírica -nos decían- nace en la bruma del medievo oscuro, lo mismo que el teatro o el arte románico; pero en Roma se ve muy bien la continuidad en la historia y en el arte: todas las piezas encajan, el puzzle empieza a tomar forma y descubres que te tenían escondidas las piezas más importantes. Ves el arco de Constantino y está ahí toda la escultura románica, por ejemplo.


Y está la Basílica actual, con esos mosaicos prodigiosos (palomas en la cruz, corderos debajo, figuras entre hojas, y entre ellas un pavo real, que ahora me está mirando en una postal de mi despacho); debajo excavaron y encontraron una basílica anterior con unos frescos espectaculares; y más abajo todavía impresionantes construcciones de época romana, entre ellas un lugar de culto del dios Mitra.
Pero no tengo que partirme las narices explicando: todo lo podéis ver en esta página muy buena, con vídeos y de todo.
Y por qué, nos preguntábamos, había frescos de san Clemente ¡en el mar de Azov! y a la vez estaban allí los restos de san Cirilo (al que me dio mucha alegría encontrármelo allí y al que recé por los pueblos eslavos, que habían rodeado la tumba con placas de agradecimiento). Pues eso lo explicó el Papa en la Audiencia del miércoles, muy interesante.
Y veo que ya en Ex orbe se había hablado aquí de todo ello, y muy bien, claro.

viernes, 19 de junio de 2009

A true story

Puede que me gustase ver a las señoras en tractorcillo porque tenía fresca The Straight Story de David Lynch (que es una película de las buenas suyas, como El hombre elefante).
Y en España la titularon Una historia verdadera, malísima traducción de straight (=directo), que además se refiere al apellido del protagonista: es La historia de Straight y es una historia directa, en concreto un anciano que se entera de que su hermano está enfermo y va en una cortacésped a visitarle: ¡500 millas en una cortacésped! Para él es como una expiación y es conmovedor verle así, recorriendo carreteras de Iowa y por ahí.
Cuando vimos el otro día El intercambio, Jaime me dijo (para picarme) que estaba basada en hechos reales, sabiendo lo que me fastidia esa etiqueta. Menos mal que al empezar, lo que aparecía no era eso, sino este subtítulo: A true story. Es un Clint Eastwood seguro de que va a contar una historia verdadera: y a fe que lo consigue, por mucho que esté basada en hechos que ocurrieron.
Y qué musica tan bonita pone el cabrón, suya también. Qué grande, qué bien, que dominio de la cámara, que presentación sin tonos pastel.

jueves, 18 de junio de 2009

Resucitar el OPEP

Estoy abriendo muchas líneas en este blog y voy a necesitar pronto un cuentahilos. Una de esas era el OPEP (Observatorio Para el Estudio del Paisaje): me interesaba y me interesa mucho la cuestión de la representación del paisaje (dicho sea con la pedantería -si se me permite- de un profesor de Teoría de la Literatura), pero hacía tiempo que lo tenía un poco apartado. Todo esto viene a cuento de que el otro día hablaba de la dificultad de escribir sobre unas señoras en un tractor y quedé bastante contento del resultado, hasta que José Ramón vino a decir que no, que seguía fallando, que había un problema de tono. Y yo había quedado contento porque sentía una afinidad por el paisaje y el paisanaje gallego (guardadas las distancias insalvables) como nunca la había notado, con lo bueno y con lo malo (justamente eso último era lo que me di cuenta de que me faltaba hasta ahora).

Es difícil estar cerca y distante a la vez: el paisaje como tema literario o artístico es obra de los que no están pegados a la tierra; toda descripción idílica es mentirosa y toda descripción tremendista también. Algo de eso decía ya Unamuno:
El sentimiento de la naturaleza, el amor inteligente, a la vez que cordial, al campo, es uno de los más refinados productos de la civilización y la cultura. El campesino lo ama, pero lo ama por instinto, casi animalmente, y lo ama utilitariamente. El hambre de tierra, tan característica del labrador, no es lo más a propósito para aprender a amar desinteresada y noblemente a la tierra misma. El que tiene que tener su frente encorvada sobre la esteva del arado no es el que mejor puede gozar de la hermosura del campo. [Con todo, el amor al campo nace de la conciencia de su utilidad y de los beneficios de la agricultura; el alivio al ver que uno no tiene que trabajarlo es el origen del deleite]: Así es como el sentimiento estético de la naturaleza, nacido del agradecimiento a los favores que nos hace, sólo se perfecciona y acaba a medida que nos hacemos dueños de esos favores mismos, de los que antes éramos esclavos [“El sentimiento de la naturaleza", Obras completas VI. Paisajes. De mi país. Por tierras de Portugal y España. Andanzas y visiones españolas, Biblioteca Castro, Madrid, 2004, p. 370; Salamanca, noviembre de 1909].
Y yo no quiero ser un paisajista como de Haes (me refiero al enfoque, a lo pintoresco, aunque ya me gustaría pintar como él) ni hacer el cuadro de los campesinos de Van Gogh (me refiero a la gama de colores; ya me gustaría dibujar así), ni ser fotógrafo de las desfeitas, para que me cuelguen una enorme foto en cibachrome en un Centro de Arte Contemporáneo. Y en esas estamos.

martes, 16 de junio de 2009

San Castelao, ora pro nobis

En una página de comentarios del blog de Marcos Valcárcel, un recién premiado con la Medalla Castelao (es un galleguista que parece una bellísima persona), hay gente que le felicita por el premio. Me ha llamado la atención lo que le dice Helena Villar Janeiro (una insigne galleguista; quizá por eso pueda actuar de medium con Castelao -teño por certo, afirma-):
Teño por certo que Castelao se sentirá contento de velos unidos ao seu nome.
Un poco más circunspecto es Luis Lamela (al que no tengo el gusto de conocer):
Non dubido que Castelao se sentiría orgulloso de contar con un "irmán" como Marcos.
Yo sólo le pido a Castelao que no me fulmine por reírme de estas cosas: es mi educación centralista, no lo puedo evitar: san Castelao, si me lo cumples, iré de xeonllos desde el CGAC hasta tu tumba, donde depositaré un ramo de toxos regados con mi sangre.

lunes, 15 de junio de 2009

Pied beauty (2)

Ya me referí a este poema de Hopkins y puse traducciones aquí. Pero he visto una traducción de Carlos Pujol que me ha gustado un montón*:
Contrastada belleza
Gloria a Dios por las cosas de dispares colores,
por los cielos con mezcla como vacas moteadas,
por las manchas de rosa de las truchas esquivas;
por las brasas recientes del castaño, las alas
del pinzón, el paisaje troceado en apriscos,
en barbechos y en tierras de labor; y el trabajo
de los hombres moviendo herramientas y avíos.
Todo lo que contrasta y es distinto y extraño,
es variable, atigrado (nadie sabe por qué);
lo que es rápido y lento; lo que es dulce y amargo;
lo que es claro y oscuro. Él, belleza inmutable,
es el padre de todo. Alabadle en su gloria.

*Gerard Manley Hopkins, Poesía, selección y traducción de Carlos Pujol, Granada, Comares, 2000

sábado, 13 de junio de 2009

Dos mujeres en un tractor

Fui a ayer a Olbeira, una casa de retiros en Vilanova de Arousa, a dar una sesión de latín a gente que estaba allí en una convivencia.
Y al poco de salir vi un tractorillo conducido por un señor; a su lado, sobre la cubierta de una rueda, una señora ("¿su señora?"); poco después, dos mujeres en otro tractorcillo.
Y se me ocurrió que no podía contarlo aquí, yo que aconsejo últimamente no caer en lo anecdótico en los blogs. Y luego, que podría parecer condescendiente: ("el intelectual que retrata a los palurdos"); y ni siquiera era una escena pintoresca: no iban con pañuelos, iban vestidos como la gente de campo de la zona, normal, con ropa de mercadillo quizá.
Siempre es posible refugiarse en el paisaje, para evitar suspicacias sobre el paisanaje: y estaba muy bonita la costa, como lo estaba el valle que vimos hace una semana desde la ermita de la Salette (todo es Bloy estos días), con el cielo cubierto, lloviendo como ha llovido sin parar toda esta semana. Y esas cuatro casas al fondo de otro valle que visitamos.
Con sol, con lluvia, el campo gallego es hermoso como una bendición, pero con cicatrices en cada esquina: la mano del hombre; en concreto la mano de la pobreza y el mal gusto de los que están saliendo de ella, que hacen casas ostentosas de granito rosa de Porriño. O la rapacidad de los que en cualquier fondo de paisaje plantan sus molinos eólicos. Y eso tampoco puedo decirlo muy en alto, por si me acusan de resentido o de exquisito. Sólo me atrevo a decir que pasé por Carril y, Fer, qué bonito estaba el mar con Cortegada al fondo; y la vista de la ría desde la carretera a Catoira.
Y yo me siento feliz en Galicia, me duele ver lo que es feo pero ya me parece mío: es la pobreza que tenemos que superar, es nuestra pobreza personal, que convertiremos en la dignidad de una pobreza como la de Bloy. Algo ya hago con mis clases, algo quizá con este blog, algo al no edulcorar los paisajes que describo. Y tengo grandes esperanzas de que entre todos cambiemos esto, con paciencia, poco a poco, con compresión.

jueves, 11 de junio de 2009

Roma (14)

En un rato suelto, Pilar me llevó al palacio del Senado, donde estaba expuesto por un tiempo El púgil en reposo, una escultura griega en bronce (que es como decir un mirlo blanco) de una intensidad tremenda. Qué conmoción, qué dolor, qué cansancio.



En la wikipedia en español, excelente repaso a la escultura. Y de allí la foto.

Las manos iban cubiertas de correas: me acordé de ellas cuando leímos en clase este verso de la Ilíada (23.684): las bien talladas correas de un montaraz buey. En detalle:


miércoles, 10 de junio de 2009

Roma (13)

Justo al lado de la Universidad estaba el palazzo Altemps.
Y en la escalera te encontrabas una encendida alabanza a Francisco Franco (y al lado otra a Alfonso XIII); pero como está en latín, no importa. El hecho es que aquello fue en tiempos el Colegio español de Roma. Y pudimos ver la capilla, muy bonita, dedicada a san Aniceto (con buenos frescos), santo del mismo nombre que el alguacil de Castrojeriz (que con la democracia se descubrió que se llamaba Niceto, pero esa es otra historia).
Y ahora está allí parte del Museo Nacional Romano (y sus fondos en buenas fotos gracias a la wikimedia).
Y yo iba viendo el Ares Ludovisi, el Galo con su mujer -demasiado pathos-, bustos, estatuas, emperadores: todo grandioso, aunque no acababa de conmoverme. Y junto a la (supuesta) Juno que les gustó tanto a los grandes alemanes y que se ve abajo de nuca, me di de morros con el trono Ludovisi (sin anestesia):




Fotos enlazadas de aquí

No se puede decir que me gustase, pero era un mármol de color cálido y yo no había visto nunca esa forma (extraña, lo llamaron trono cuando lo descubrieron en 1887, pero no se sabe; por no saber ni siquiera se sabe si es verdadero). Y tampoco es que sea de tremenda calidad: fijaos en la pierna que le sale de la tripa a la flautista de la izquierda. Pero me hizo ilusión verlo (y pude tachar una pieza de mi lista).
Datos: wikipedia en español / en inglés / otro buen enlace.

domingo, 7 de junio de 2009

Domingo

Hoy no pensaba escribir nada. Me apetecía decir, para provocar, que prefiero a Berlusconi a Zapatero, pero al final me pareció una cuestión escolástica, como discutir si es peor la mierda de toro o la de vaca.
Y no me atrevía a decir que va a ser la primera vez que no vote, porque una infancia cargada de mensajes televisivos sobre las bondades salvíficas del voto me hacen tener sensación de réprobo (que, por otra parte, no deja de tener su encanto para el niño bueno que sigo pareciendo que soy).
Y podría decir que ayer vimos El intercambio, de Clint Eatwood: magnífica dirección la suya y maravillosa música. Y profundidad y emoción y dolor y sensibilidad exquisita (y todavía no he visto Gran Torino). La culpa, la responsabilidad, los niños víctimas del mal y causantes del mal. Algo de Flannery vi allí.
Podría comentar el excelente (otra vez) artículo de Juaristi.
También podría congratularme de que mi sobrina Eva a sus 9 años haya ganado en salto de longitud y 60 metros los campeonatos de atletismo de Castilla y León. Orgulloso estoy (estamos).
Pero lo que me ha alegrado de verdad la mañana es ver en un blog que seguía hace meses la noticia que da su autor, fr. Jeffrey Steel: se ha tirado de cabeza al Tíber con su mujer y sus seis hijos.
Y me voy de paseo con Jaime a ver la feria del libro antiguo y de ocasión (más de lo segundo que de lo primero).

sábado, 6 de junio de 2009

Libros para recomendar

Hay épocas que no sé qué libros recomendar; ahora no, tengo cuatro por lo menos:
1. Los Ensayos de Natalia Ginzburg. Lo que he leído hasta ahora me ha maravillado y eso que creía que iba preparado para encontrarme grandes cosas. Qué grande eres, Natalia.

2. Está el libro de Enrique García-Máiquez, por supuesto. El martes es la presentación en Sevilla (datos aquí), con Enrique Baltanás y Juan Antonio González Romano (¡nada menos!). Y ayer avisaban de que el libro lo venden en la librería Hiperión de Madrid (aparte de en esta otra librería de internet). Y ahora mismo me ha mandado un mensaje Antón para que oyera en Onda Cero una entrevista que le estaban haciendo a Andrés Trapiello: y le han preguntado por los blogs y ha hablado con grandes elogios de este libro.

3. Está una antología inédita de los Diarios de Léon Bloy, que me dejó su autor (que por suerte no es Cristóbal Serra) y que estoy disfrutando mucho. Me gustaría verla publicada, a ver si alguien se animase.

4. Y ayer pude ver por fin El misterio de la felicidad, de Miguel d'Ors, una antología de su poesía hecha por Ana Eire (ya la cité hace tiempo; conversó con d'Ors en un libro al que podéis echar un vistazo aquí, en Google Books). Y conseguidlo cuando podáis: es fácil de encontrar, en la colección de antologías de rayas de la editorial Renacimiento.
Yo no entraré en valoraciones: el prólogo recoge el título: el misterio y la felicidad; al final hay datos sobre los poemas muy interesantes y otros más prescindibles sobre primeras publicaciones y erratas. Y faltan muchos poemas que me gustan, pero es una antología, hay que seleccionar y esa es la gracia de las antologías.
Y mirando por encima me ha llamado esta vez la atención la mención repetida de los siguientes pájaros: urracas, mirlos y estorninos; y en árboles las higueras y los manzanos florecidos. Y otra vez es verdad eso de que uno encuentra lo que estaba buscando.
Y aquí, en este blog nuevo pero ya plenamente logrado, podéis leer un inédito que se publica en este volumen.

viernes, 5 de junio de 2009

El postdido / Roma (12)

Se me amontona todo lo que quiero escribir aquí: dejé el relato de Roma colgado, con todo lo que me queda por contar, y todavía tengo ganas de regodearme con el Dido y Eneas de antesdeayer.
Busco un cuentahilos (que no sé lo que es, de él habla Trapiello, es algo de tipografía, creo, pero me viene bien aquí) y junto la columnata de Bernini con la música de Purcell.
La columnata fue lo primero que vimos al día siguiente de llegar; entramos por un lateral (y con un puñal clavado en la espalda, de una cafetería donde nos soplaron 16 euros por dos cafes y tres minibollos) y nos pareció la plaza pequeña: problemas (o ventajas) de perspectiva.
Me gusta mucho el mármol travertino, con agujeritos; en cambio el de pescadería que había por tantas columnas del interior de san Pedro, poco.
Y antesdeayer una Dido así, ante ese retablo de la Asunción, uno de los colmos del barroco mundial. Me vienen retazos de música: Dido que canta Ah, Belinda, I am prest / with torment not to be confest (Belinda, me angustia / un tormento que no se puede confesar).
Belinda y la 'segunda mujer': Fear no danger to ensue / The hero Loves as well as you. Y luego qué alegría que lo repita el coro. Dan ganas de darle al replay continuamente, como en Thanks to these lovesome vales.
Y el papelón de Eneas; impresionaba verle frente a una Dido tan impresionante. Era una versión de concierto, pero te daba pena de los dos, de que se tuvieran que separar; a mí me daba más pena de Eneas; lo hizo muy bien pero es que Belinda dice de él: See, your Royal Guest appears / How Godlike is the form he bears. Y había que hacer una suspensión de juicio entonces, porque era un tío bien normal, de Santiago de toda la vida, no el rey troyano.
Y cada vez me gusta más la ópera, y el hecho de que no sea realista, ya estamos hasta las narices de realismo estanislavskiano [y tampoco necesitamos de bieitos]; que sea todo como las óperas: convencional, formalista, rebuscado y preparado, trabajoso: y que viva el barroco.
Y el segundo acto con las brujas (que resulta, en el subtexto, que son los papistas que quieren destruir Inglaterra: y aquí junto el hilo con san Pedro del Vaticano otra vez) es excelente: un aire de maldad que aligera el excesivo pastel de fresas de la primera parte y la tercera. Las que hacían de brujas lo hacían muy bien; y una movía las manos con cara de mala, metiendo miedo al respetable público que abarrotaba el recinto.
Ahí el coro en un momento se alternaba con una parte de ellos que se habían quedado detrás; se suponía que estaban maquinando en una cueva (¡esos papistas!) y los ecos de lo que cantaba el coro llegaban de la lejanía, inquietantes.
Y casi al final, el marino que cantó con tanta alegría, con gracia, con ligereza (ya ves qué elogios te hago. Y envidia de lo bien que os lo pasasteis ensayando). No sirve de mucho mi elogio de ignorante, pero intenta sincero.
Y el lamento de Dido.
Pero quién puede decir algo malo del barroco.

jueves, 4 de junio de 2009

Dido, Eneas y Purcell

En la iglesia de la Compañía* el Coro Universitario de Santiago interpretó Dido y Eneas de Purcell, una opera barroca en inglés (y qué más puedo pedir).
Por suerte estaba al tanto hace días y me dio tiempo a oírla varias veces, con el texto delante.
Y además Suso llegó con tiempo y guardó cola, así que volvimos a estar casi en primera fila (se está convirtiendo en una costumbre).
Yo disfruté mucho, mucho: con los músicos, con el coro; y qué bien lo hicieron los solistas (y que queden aquí los nombres): Ainhoa Zubillaga, Xurxo Varela, Isabel Álvarez, Teresa Parigi, Chelo López, Trinidad González, Elena Sobrino y Pablo Mato.
Daba mucha pena de Dido y uno tampoco le echaba las culpas a Eneas, que tenía que fundar Roma, el pobre. La culpa: de las brujas, qué brujas -y cómo movía los dedos una de ellas, como si fuera muy mala-, que resulta (más datos en la wikipedia) que representaban a los católicos que se querían entrometer en la sucesión real en Inglaterra (¡échale hilo a la cometa!)
Y habrá que agradecerle una vez más a Miro Moreira su labor, que es vital para los que vivimos en Santiago.
Yo, si pudiera, dedicaba todo el dinero que se gasta en la malhadada Ciudad de la Cultura en promover coros, orquestas y proyectos así. Que toda Galicia estuviera llena de música clásica: coros de amas de casa, de jubilados, de niños, que cantasen música buena, de la imperecedera.

*de la Compañía [de Jesús]; ahora 'de la Universidad'. Y por desgracia, ahora es una sala de exposiciones, y por mis muchos pecados, justo ahora tiene una "exposición" de "cuadros" de la mujer de Paulo Coelho (y los expone por ser "mujer de", así que no hace falta poner su nombre): y es una mierda pinchada en un palo: la tipa pintaba unas mierdas, las enterraba bajo tierra unos meses y luego las sacaba: la misma mierda, pero con tierra. Algunos lo llaman Land art.

miércoles, 3 de junio de 2009

Burgos/Orense en bucles (y 6)

Primero le eché las culpas de tantas cosas a mi tiroides, de cuando se declaró en rebeldía.
En Burgos descubrí otro problema moral del que librarme: mis dificultades para distinguir mi izquierda de mi derecha -y yo pensaba que era por ser zurdo- en realidad eran genéticas; mis hermanas me dijeron que les pasaba lo mismo, así que somos como los ninivitas.
Ya no me sentiré mal cuando me expliquen lo de tres calles a la izquierda, dos de frente y tres a la derecha y a continuación indefectiblemente me pierda: no es culpa mía, ¡es genético!

*Libro de Jonás 4.11: "¿Y no voy a tener lástima yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?"

martes, 2 de junio de 2009

Consejos vendo

Pasan los días y nadie me llama; yo tenía esperanzas de algún carguete, recóndito, sin relumbrón mediático (pero bien remunerado), y veo pasar los días y que en la Xunta casi no quedan ya cargos que repartir y veo que no me tienen en cuenta, así que tendré que demostrar aquí lo que valgo. Fijaos qué buenos consejos -sólo doy dos, que esto es sólo una muestra-:
1. La Ciudad de la Cultura, que Fraga creó como su mausoleo, y en la que acabó enterrado el gobierno bipartito, puede ser la tumba de Feijoo también (¡con lo grande que es, caben todos!). Mi propuesta es que acaben lo que está empezado y dejen sin hacer lo demás: 500 millones de euros ya han sido bastantes. Y se podría hacer una ruta turística comparándola con la torre de Babel, con el hilo conductor del delirio megalomaniaco.
2. Vender toda la colección de arte del CGAC y convertirlo en un Museo pequeño, recóndito y con pocas obras, pero buenas. Por ejemplo con el dinero que se consiguiera se podría ir comprando cuadros de Rouault, Ensor, Gaya, Morandi, Sisley (por decir algunos): simplemente cuadros buenos para hacer felices a los que visiten el museo. De CGAC pasaría a llamarse MA (Museo de Arte). Y habría algunas obras de autores gallegos, pero no por gallegos, sino por buenos: no sé, algo de Seoane, algún cuadro de Ovidio Murguía, una pieza de Sargadelos (del siglo XVIII, me refiero). Y qué bien estaría, ay. Y dejaríamos un pequeño espacio para exposiciones de arte contemporáneo, pero sólo eso, un pequeño espacio.