sábado, 30 de diciembre de 2006

Mejores canciones 2006

Sigamos con las listas, aunque ETA ha vuelto, se publica hoy que el año 2005 hubo 91000 abortos en España (un 8% más que el año anterior) y aparecen imágenes de un ahorcamiento.
No, no me refugio en el hedonismo.
Billie Holiday, Don't explain.
Carlos Cano, Los Mimbrales, La Parrala.
Gilberto Gil / Caetano Veloso, Desde que o samba é samba.
Joao Gilberto / Stan Getz, So danço samba.
Doña Imperio Argentina, Échale guindas al pavo.
Doña Concha Piquer, Pedro Romero.
Ella Fitzgerald, Bewitched.
Lambchop, The New Cobweb Summer, The old Match Book Trip, The problem.

viernes, 29 de diciembre de 2006

Mejores películas 2006

Este es el apartado que más me ha costado hacer. No se me ocurre casi nada. Si tuviera que elegir una película, diría que El cochecito, de Marco Ferreri, que es de ¡1960!.
Otras que se pueden mencionar:
Una japonesa: El castillo ambulante de Howl, de Miyazaki.
Espero sugerencias, porque esta lista es muy poco y estoy seguro de que me olvido películas importantes.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Mejores libros 2006

III Premio BlogCompostela a los mejores libros.
De los libros que he leído en 2006 los que más me han gustado han sido (por orden alfabético - admito sugerencias y correcciones):
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Poesía:
-Amalia Bautista, Estoy ausente, Pre-textos, Valencia, 2004
-Gonzalo de Berceo, Vida de Santa Oria.
-Raymond Carver, Un sendero nuevo a la cascada. Últimos poemas, introducción de Tess Gallagher; traducción de Mariano Antolín Rato, Visor, Madrid, 2001, 2ª ed.
-Miguel D'Ors, Sol de noviembre, Númenor, Sevilla, 2005 (y aquí).
-Enrique García-Máiquez, Casa Propia, Renacimiento, Sevilla, 2004
-José Miguel Ibáñez Langlois, Oficio. Antología poética, Númenor, Sevilla, 2006
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Narrativa:
-John le Carré, El jardinero fiel, Areté, Barcelona, 2006
-Joyce Carol Oates, Que fue de los Mulvaneys, Lumen, Barcelona, 2003
-Flannery O'Connor, Un encuentro tardío con el enemigo. Prólogo-coloquio de Guadalupe Arbona con José Jiménez Lozano, Encuentro, Madrid, 2006
-Georges Simenon, El caso Saint-Fiacre, El País, Madrid, 2004
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Ensayo /Biografía /Historia /Teología:
-Enrique Baltanás, Los Machado. Una familia, dos siglos de cultura española, Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2006
-G. K. C. Chesterton, Correr tras el propio sombrero (y otros ensayos), Acantilado, Barcelona, 2005
-Pedro Corral, Desertores. la Guerra Civil que nadie quiere contar, Debate, Barcelona, 2006
-Plácido María Gil Imirizaldu, Un adolescente en la retaguardia. Memorias de la Guerra Civil (1936-1939), Ediciones Encuentro, Madrid, 2006
-Dolores Gómez Molleda, Los reformadores de la España contemporánea, CSIC, Madrid, 1981
-Scott Hahn, Ordinary Work, Extraordinary Grace, Doubleday, New York, 2006
-José Jiménez Lozano, Advenimientos, Pre-textos, Valencia, 2006
-Raïssa Maritain, Las grandes amistades I, Desclée, Buenos Aires, 1950 (gracias, Dal)
-Joseph Pearce, Escritores conversos, Palabra, Madrid, 2006
-Joseph Ratzinger, El espíritu de la liturgia, Cristiandad, Madrid, 2005
-Rosa Sala Rose, Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, Acantilado, Barcelona, 2003
-Miguel de Unamuno, Por tierras de Portugal y España, Turner, Madrid, 2002

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Mejor blog 2006

Empiezo hoy a anunciar los premios que este blog concede, ya en su tercera convocatoria, a lo mejor del 2006.
El premio BlogCompostela al mejor blog de 2006 es para:
Pensaréis que en el jurado unipersonal ha habido pasteleo, y con razón, porque es un amigo mío y nos cruzamos continuas alabanzas de un blog al otro, pero el hecho es que, con toda la objetividad de la que soy capaz, considero que ese blog ha sido el gran descubrimiento de 2006.
Méritos: su poesía, su prosa, su humor, la de poesía que se aprende en él, una visión esperanzada de la vida. No es poco, pardiez.
Otra vez os remito a mi lista de blogs que leo: queridos amigos, no os puedo poner a todos, pero es verdad -lo dice E.G.-M.- que entre todos creáis el sitio más agradable para estar de tertulia en el ciberespacio.

martes, 26 de diciembre de 2006

La madre de sus hijos

Hoy cumple años (¡muchas felicidades!) mi hermana María Jesús. Es curioso (o no) que haya quedado en un segundo plano en este blog, porque han ocupado el protagonismo sus tres hijos: la niña pastorcilla (9), la niña sin dientes (6) y el niño con gafas (4).
La niña pastora estaba guapísima, un sol entre los niños que cantaban en la misa de catequesis. Con dos coletas y ya muy mayor, con una mirada tan bonita, tan de niña. El día anterior, en el coche, enseñaba a sus hermanos los caramelos que le habían dado en un cumpleaños, pero de dar, nada.
Cómo comenzó una pregunta la niña-sin-dientes después de decirle que había tardado cinco horas en llegar: ¿En tu país? Antes me había ido diciendo: en este diente el ratoncito Pérez me dejó cinco euros, en este un vestido; hasta 6 dientes en poco tiempo. Es la primera en albergar tenebrosas dudas sobre los Reyes Magos.
El niño con gafas afirma que es muy guapo (se lo han dicho hasta la saciedad desde que las tiene, y gracias a Dios le han salvado de pegarse más golpes: el pobre no veía tres en un burro). Como sus hermanas, tiene muy mal perder. Hay que repetir los juegos cuando pierde. Dice: mi padre hacía casas y ahora hace museos. Al pobre le tienen sorbido el seso los Lunnis, Winnie the Pooh y ahora Cars.
Los tres hermanos tienen el gusanillo del juego por parte materna y la habilidad para el dibujo por la paterna.
Pero yo quería hablar hoy de mi hermana María Jesús: de cuando íbamos al colegio en las mañanas gélidas de Burgos, de lo que nos gustaba de música entonces, de cómo disfrutaba ella en un cuartito en Castrojeriz donde ordenaba los botes y las cajas, de cuando volvió de un año duro en Estados Unidos y mi madre y mi hermana pequeña se echaron a llorar al verla, después de pasar un día sin saber dónde estaba (no había contado con el cambio horario), de cuando nos pegábamos los cuatro en la parte de atrás del coche (como hacen ahora sus hijos).
Pero nada, siempre se ponen los niños por delante y no consigo sacarla en la foto a solas.

lunes, 25 de diciembre de 2006

El Papa me lee

Al ver que yo balbuceaba algo sobre el capítulo 2 de san Lucas, el Papa ha venido a echarme un capote y dedicó la homilía de Nochebuena a explicarlo:
Nada prodigioso, nada extraordinario, nada espectacular se les da como señal a los pastores. Verán solamente un niño envuelto en pañales que, como todos los niños, necesita los cuidados maternos; un niño que ha nacido en un establo y que no está acostado en una cuna, sino en un pesebre.
(...)
La señal de Dios es la sencillez. La señal de Dios es el niño. La señal de Dios es que Él se hace pequeño por nosotros. Éste es su modo de reinar. Él no viene con poderío y grandiosidad externas. Viene como niño inerme y necesitado de nuestra ayuda. No quiere abrumarnos con la fuerza. Nos evita el temor ante su grandeza. Pide nuestro amor: por eso se hace niño.
(...)
Leyendo a Isaías (1,3), los Padres han deducido que en el pesebre de Belén había un buey y una mula. E interpretaron el texto en el sentido de que estos serían un símbolo de los judíos y de los paganos –por lo tanto, de la humanidad entera–, los cuales precisan de un salvador, cada uno a su modo: del Dios que se ha hecho niño. Para vivir, el hombre necesita pan, fruto de la tierra y de su trabajo. Pero no sólo vive de pan. Necesita sustento para su alma: necesita un sentido que llene su vida. Así, para los Padres, el pesebre de los animales se ha convertido en el símbolo del altar sobre el que está el Pan que es el propio Cristo: la verdadera comida para nuestros corazones. Y vemos una vez más cómo Él se hizo pequeño: en la humilde apariencia de la hostia, de un pedacito de pan, Él se da a sí mismo.


¡Muy feliz Navidad a todos!

viernes, 22 de diciembre de 2006

Feliz Navidad

Como estaré fuera unos días, os deseo ahora una muy Feliz y santa Navidad. Eso es lo que os deseo a todos, así, genéricamente y visto que me ha pillado el toro y que no puedo escribir a todos como debería.
Feliz Navidad: Jesús ha nacido, Dios-que-viene y a la vez Dios-con-nosotros.
Capítulo 2 de san Lucas que he leído en el original griego con mis alumnos: los pastores van a ver la tremenda señal que les han dado los ángeles: un niño envuelto en pañales y que su madre ha subido (ese es el término exacto: anéklinen) a un pesebre, el lugar donde comen los animales. El niño (bebé, bréphos) yace (participio keímenon) en el pesebre. Me admira también el hecho de que se repita varias veces que está envuelto en pañales (¿quizá algo que recordaba María y que le contó a san Lucas, ese detalle femenino que se cuela en la narración? ¿Tendrá un sentido más profundo que no capto?)
Los pastores se alegran al comprobar (egnórisan) que el signo se cumple. Y lo comentan con todos los que estaban allí (luego María y José, por suerte, no estaban solos).
¿Pero no es un signo tremendo un niño que todavía no ha abierto los ojos y que el ángel dice que es Cristo, el Salvador? ¿Qué más signo que ese niño envuelto en pañales (esparganoménon) y subido en un abrevadero de animales donde yace?

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Hilos sueltos

Aunque con los pies fríos por pasarme el día de ayer frente al supermercado, con la mercancía a la vista, vuelvo a este rincón cálido, donde estoy tan a gusto. Además algunos amigos me saludaron; hubo alguna bordería, pero la atajé.
Voy recogiendo hilos sueltos. Hace ya tiempo prometí hablar más de una exposición de fotografía, pero ya se ha acabado hace tiempo y me parece a mí que a nadie le va a importar. De todos modos la vuelvo a recordar aquí:
Lo mejor de la exposición eran las fotos de Catalá-Roca, Agustí Centelles, Virxilio Viéitez (Señora con radio), Ramón Masats (Tomelloso), Fernando Gordillo (Panaderos de Pedro Bernardo). Me asombró ver una foto de Javier Bauluz a la que le pegó un buen repaso Arcadi Espada: por lo que se ve, ha entrado en el canon a pesar de todo (en el canon progre, me refiero, que esta exposición iba en esa onda, bajo el patrocinio de Caixa Galicia).
La mejor sin duda, la foto de Manuel Ferrol. Y de la misma temática es esta de Martí Villardefrancos: Niños emigrantes tras perder el barco. Puerto de Coruña (1960):
Era una exposición que simplemente había recalado aquí, un libro de Publio López Mondéjar, pero le dieron un pequeño toque gallego. Había también una foto muy buena de Vari Caramés y otra muy normalita de Xurxo Lobato. Sí, del Prestige.

martes, 19 de diciembre de 2006

Opus Dei

Voy a hacer como vi hace años en Alemania a los testigos de Jehová: parados, de pie, enfrente de un supermercado, con sus folletos en las manos, esperando que alguien les preguntara (en cambio aquí se te acercan, siempre amables por cierto; pero es otra dinámica).
Yo me quedo con mis tochos aquí delante, para que los mire el que quiera, un poco avergonzado, pero seguro de la mercancía.
Sobre el Opus Dei -para empezar- uno puede ir a la página web oficial.
Pero yo os propongo un camino mejor: Camino y para el que tenga arrestos la edición crítica de Pedro Rodríguez, el mejor libro sobre el Opus Dei, para mi gusto (en Rialp los dos).
¿Eres teólogo? ¿Te parece poco Camino? Lee las homilías, o un estudio como El Opus Dei en la Iglesia (Rialp). Todas las obras de san Josemaría están en línea aquí.
¿Algo breve y profundo? El último libro de Scott Hahn está muy bien.
-Mira, yo no me fío de los libros que hace la gente del Opus Dei.
-Pues el de John Allen (en inglés o en español). Mirada que intenta ser objetiva, un poco de tejas para abajo para mi gusto, pero interesante.
-No me convenceréis por muchos libros que me enseñéis.
-Vale, tan amigos.

lunes, 18 de diciembre de 2006

CGAC

A la espera de las nuevas exposiciones, cierro un tema que había quedado en el aire. A finales de septiembre comentaba una visita al CGAC, de la que salí con una queja-reclamación sobre los problemas de distinguir lo que se podía o no tocar en una de las exposiciones.
A los pocos días me llegó una carta de Manuel Olveira, director del Museo, para gran sorpresa mía y cierto remordimiento, por hacerle perder el tiempo con mis quejas.
En la carta me señalaba que había indicaciones -yo no las vi- sobre cómo se podía (o no) usar o llevarse el material. Bien, asunto zanjado y mi agradecimiento por el detalle de la carta. La próxima vez me cuidaré más de escribir quejas, que en realidad son consideraciones sobre teoría del arte, a un Museo al que voy siempre con interés, aunque con sucesivas decepciones, pero no es problema del Museo, sino del arte contemporáneo e incluso de la realidad cultural en su conjunto.
La última visita fue este viernes. Había una proyección de vídeos y vi que uno era de Bill Viola y que lo ponían al principio.
Entré a la vez que una chica cuando faltaban dos minutos: éramos dos en la sala. Menos mal que luego apareció más gente; cuando me fui, serían unos quince, o eso es lo que le estaba diciendo una mujer a una de las chicas del Museo. Ambas lo consideraron como un buen número, aunque no veo indicio mejor de la valoración del arte contemporáneo que ese.
El primer vídeo, de Chris Burden, era de 1971, muy cutre: un tío le está disparando a otro con lo que parecía una pistola de balines y le acierta en un brazo: tal cual. Pura realidad. El otro se queja y acaba el vídeo.
Segundo (My father, 1973-1975): Una japonesa (Shigeko Kubota) llora ante una televisión. Al poco nos enteramos de que cuando murió su padre una amiga le dijo que hiciera un vídeo -lo va contando en plan cartelones del cine mudo, pero con letras tipo Zx Spectrum- y eso es lo que hizo. Vamos viendo a su padre en la cama, mientras ve el típico programa cutre de fin de año y luego a ella llorando delante del mismo programa, pero sabiendo que su padre ya ha muerto. También la calidad de la imagen era pésima, pero el vídeo no dejaba de tener fuerza, aunque había algo obsceno en todo ello.
Tercero: Vicente Blanco (2002). Valor galego emergente. Dibujos tipo manga / anime o como se llame, o quizá baste decir 'línea clara', tipo Tintín: en uno un tío en el interior de una casa / en el otro un tío muerto en la nieve. Lo único que lo convertía en vídeo es que los dibujos se alternaban y en uno de ellos (el de fuera) había copos que caían y acababan cubriendo al muerto; en el otro había lo que correspondería a 'planos cortos' de la habitación. Ahí se acababa todo: que cada uno construya su historia. Veo ahora en el programa que se titula 'Paisaje nevado': muy propio.
Cuarto: Bill Viola (1989): Angel's Gate. Son escenas que se van sucediendo: una res descuartizada, un parto, el propio Bill en la cama viendo la tele, un edificio derrumbándose. Me alegró ver una de alguien bajo el agua. Aunque he pasado de un entusiasmo inicial a una visión mucho más crítica, me sigue pareciendo de lo más interesante que hay actualmente.
Y con esto cumplí con mis deberes trimestrales con la realidad contemporánea en media hora.

domingo, 17 de diciembre de 2006

Rhododáctylos Eós

Domingo Gaudete: hoy los sacerdotes se pueden revestir con una casulla de color rosado. Le veo una influencia homérica clara: la Aurora de dedos de rosa (más bonito en el original: rhododáctylos Eós), que prepara el camino del Sol. Quizá los liturgistas me lo nieguen, quizá bastase con mirar cómo es la aurora en un día otoñal sin nubes. Por ejemplo esto (visto aquí):


La cosa es que los sacerdotes se pueden revestir con una casulla rosa, algo que -supongo- no dejará de sorprender. Para unos mostrará que la liturgia tiene detalles como hechos por niños, para otros será en cambio una muestra de infantilidad, y no hace falta que los graciosos se pongan a hacer chistes. El hecho es que tiene su aquel la casulla del tercer domingo de Adviento.
Me acuerdo, claro, de cosas que he leído en la Antología de Ibáñez Langlois, que vuelve sobre la cuestión de la casulla. Por ejemplo este verso (p. 68)
Me atavío de rey, con un astro en la frente.
O los últimos poemas que cité el otro día (p. 65):
En mi cuello la Estola. Estoy triste hasta la muerte.
Padre, si puede ser que este cáliz se aparte
sin que rueden los mundos de tus manos. Por fin
viene el Manto sagrado. Yo caigo de rodillas.
Jesús el miserable está en manos del cielo
con su oscuro terror. La misa ha comenzado.
O uno de los poemas del final (que ya estaba en la red) (p. 301):
yo me visto como ni los mismos reyes para celebrar la Misa
El hecho es que el sacerdote, cuando está revestido con la casulla, carga con el mundo a hombros, aunque hoy quizá la carga sea un poquito más ligera.
Aquí una canción de adviento (en el signo se oye la canción, si apretáis con el botón derecho del ratón ahí y 'guardar destino como' podéis bajaros la canción: todo legal).

sábado, 16 de diciembre de 2006

Vespro della Beata Vergine Maria (II)

La frivolidad con que comenté el concierto de Monteverdi, el Vespro della Beata Vergine Maria, tuvo por suerte las puntualizaciones de Mithrandir (élfico nombre), que además contaba cosas de la trastienda de la actuación, como por ejemplo que un cristal se rompió y que empezó a caer lluvia sobre el clave, el órgano y parte del coro. Sería eso lo que hacía el que tocaba el clave: a mí me extrañaba que estuviera pasando una bayeta por encima cada poco, pero no se me ocurrió que en la linterna de la Catedral hubiera un cristal menos.
No dije que los que cantaban eran el Orfeón A nosa terra (no parece que tengan página web) y que tocaba la Capela Compostelana (que tampoco parece que la tenga. Lo único que he encontrado es esto). Por lo que dice Mithrandir en los comentarios, preparan grandes cosas para el próximo año, y yo las esperaré con ilusión.
Y prometo no volver a decir tonterías sobre música clásica.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Mia Sarah

Si pensáis ir al cine este fin de semana, quizá podáis ir a ver Mía Sarah (página oficial, con trailer).
Yo estuve en una charla que dio uno de los que intervinieron en la película y al menos parecía que merecía la pena: ya veis que no me mojo. Hay una entrevista al director aquí: ojalá esta película se acerque a esa comedia americana de los años dorados que quiere seguir.
Y está ambientada en Galicia.

jueves, 14 de diciembre de 2006

He caído

Desde ayer tengo móvil. Aguanté, resistí, dije que no, pero he caído.
Ahora, amigos, llamadme: que esto no haya sido en vano.
Y para redondear, mi página académica.

¡Llamadas, pero no hacerlas! ¡Gloria, la que me deben!

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Donkey'Scream

Los Donkey' Scream son un grupo que he oído un montón de veces: casi he visto cómo surgían las canciones mientras las ensayaban Richi, Chester y Raúl (que ahora está en el dorado exilio de las Azores). El grupo, ahora con nuevos miembros, dicen que tiene un gran directo: actuaron ya dos veces en fiestas en el campus sur de la USC, con tremendo éxito de crítica y público.
No es el tipo de música que yo pondría así, en abstracto, entre mis favoritos, pero el hecho es que cuando tenga que recordar el año 2005 y el 2006 estarán como banda sonora de fondo.
Podéis visitar su página y oír allí varias canciones. Y luego decidme si no se os ha quedado en la cabeza el estribillo de No puede ser.
Cuando sean famosos, recordad que oisteis hablar de ellos por primera vez aquí.

martes, 12 de diciembre de 2006

Qué más puedo pedir

Libros que tengo ahora mismo:
-Desde el sábado: Advenimientos, de José Jiménez Lozano (Pre-textos, Valencia, 2006). Notas sueltas de los años 2001 a 2004, una especie de anexos-continuación (supuestamente en plan Parerga y paralipomena) de Los cuadernos de letra pequeña. Las primeras sesenta páginas me las pasé diciendo: sí, claro que sí, por supuesto, eso es, sí, esa es la cuestión. Tremendamente emocionante y tremendamente intelectual (en el buen sentido). También cita unas frases muy pertinentes de don Aquilino Duque.
-Desde ayer: Oficio. Antología poética, de José Miguel Ibáñez Langlois (Númenor, Sevilla, 2006). Hasta ahora sólo he leído el tremendo prólogo de E. G.-M., que se está convirtiendo en un genio de ese difícil arte de la introducción pertinente a los libros.
-Desde hace diez minutos: Flannery O'Connor, Un encuentro tardío con el enemigo. Prólogo-coloquio de Guadalupe Arbona con José Jiménez Lozano, Encuentro, Madrid, 2006: incluye una selección de cuentos con una nueva traducción de Gretchen Dobrott. ¡Grandioso!
¡Y qué más puedo pedir, Señor!
Seguiremos informando.

lunes, 11 de diciembre de 2006

¡Ole mi pueblo!

1. Alegría de ver que en Retorno a Brideshead Cordelia se entera de la enfermedad de Sebastian cuando está en Burgos. Desde aquí solicito que le pongan una calle: calle Lady Cordelia Flyte. Estaría bien y Burgos ganaría en cosmopolitismo. Además Cordelia trabajaba de enfermera tanto en ese bando como en los campos de prisioneros, aunque no sé si ZP lo va a vetar (Cordelia era católica). Importa poco que sea un personaje de novela, aunque mirad los comentarios a este post.
2. De los Diarios de Zenobia Camprubí (I, p. 174): asiste a una conferencia en La Habana (es 1937) en la que Sánchez Albornoz habla de la caballería villana. Quiero pensar que mencionaría a Castrojeriz. Tropel de recuerdos: cuando tenía siete años se celebró en el pueblo el milenario (sí, mil años) del fuero por el que García Fernández, hijo de Fernán González, primer conde de Castilla, le reconocía una serie de derechos a la caballería villana. Eso demuestra que Castrojeriz había ido ganando en importancia desde que habíamos echado a los moros de las tierras altas de Castilla (eso es lo que hicimos / hicieron, y bien contento estoy de que lo hicieran).
Pusieron un monolito en una placita en medio del pueblo. Un coro cantó el himno oficial de la celebración (Cabalgando marcha el fuero / sobre veloz caballo alazán / Llevando libertad al pueblo / y Caballero [no recuerdo más]). Vino Belén Landáburu, importante figura del Movimiento (con mayúsculas). Mi padre era entonces el alcalde (nombrado a dedo) y nosotros, que jugábamos con el bastón de mando en casa, lo seguimos todo con detalle. Éramos de un pueblo muy importante, aunque sólo tuviera mil habitantes.

domingo, 10 de diciembre de 2006

Tres

1. Titular de portada de Galicia hoxe de ayer:
Temporal sin fin. (¿lo pilláis?)
2. Nuevas ideas para la definición de Galicia:
Después de la nación/nazón de Breogán y de la nación escarallada (recogida por Periféricos), Luis Ventoso propone hoy dos posibilidades de definición estatutaria en La Voz de Galicia: patria do pimento de Herbón o confín das casas sin pintar.
3. Baruc y san Juan Bautista coinciden en afirmar que el cielo será como la meseta castellana:
Dios ha mandado que todo monte elevado y toda colina perenne se abajen; que los valles se emparejen y se nivele la tierra.
Todo barranco será rellenado y toda montaña o colina será rebajada.

sábado, 9 de diciembre de 2006

Marcados en Bloglines

Día de limpieza de posts marcados últimamente en Bloglines:
-Dappled Things sobre Media vita, una canción gregoriana para el Adviento.
-Aunque tendría que marcar casi todos, aquí van dos posts de Bienvenidos a la fiesta: Quizá y un comentario a Quizá.
-Sobre Scott Hahn, lo que cuenta Video meliora y la recensión de Disputations a su último libro.
-Del siempre interesantísimo Laudator temporis acti: sobre cómo se las gastaban los griegos al pedir algo a los dioses, sobre textos donde los dioses (griegos) hablan un lenguaje distinto de los hombres.
Sobre los prejuicios de la BBC (sí, esos que van de objetivos).
De Inseminario: canon antipiratería.
Y en El país de hoy toca día bueno para El Roto:


viernes, 8 de diciembre de 2006

Vespro della Beata Vergine Maria

Como después de la novena en la Catedral había música de Monteverdi, el Vespro della Beata Vergine Maria, ya que tenía que salir tiré la casa por la ventana, primero devoción y luego devoción, o eso esperaba.
En el camino realicé mi obra buena del día dos veces: di dos pitillos a dos que sucesivamente me pidieron tabaco, resguardados en los soportales de la plaza de Cervantes. Es otra paradoja de Santiago: no hay casi soportales. Eso explica que en diez minutos tenía empapados los pantalones y mojados los pies. A punto estuve de coger una liebre gracias a la labor combinada de las piedras milenarias mojadas y las traicioneras hojas resbaladizas (adjetivación barroca).
Llegué y me puse en el tercer banco.
Novena: gente pasando por todos los lados. Estos visitantes/turistas quitan la devoción (sí, ya sé que es una excusa y que no debería fijarme en esos rollos).
Al acabar, una encargadilla (pagaba la Fundación Caixa Galicia) quiso echarnos a los de las primeras filas para colocar autoridades. Me negué y allí me quedé; luego no vino nadie: se debieron de oler la tostada (nunca mejor dicho). No se puede decir que me preparara para la audición con el mejor ánimo: cabreado, con los pies fríos, sin cenar y la cabeza en otro sitio.
El famoso Vespro, que debe de ser la repera, a mí se me hizo muy largo. Es una serie de motetes, salmos cantados por el coro, antífonas. Todo muy barroco (pero Charles Ryder descubrió el barroco en Brideshead, me recordé). Cada canción -o como se llame- la cantaba gente distinta, una de las tres mujeres solistas, o dos, o las tres, o alguno de los tres hombres, o la mitad del coro, o se iba uno al fondo y cantaba en eco. Si eso no es barroco, que baje Dios y lo vea. Pero música barroca en la que hacen gorgoritos con palabras como 'propter' (pro-ooooooo-ooo-ooooo-pppp-ter, tres minutos), no es para mí. Dadme el Requiem de Mozart, dadme la Pasión según san Mateo de Bach, en las que la música y el texto tienen una unión clara y donde hay e-mo-ción. No quiero gorgoritos preparados para asombrar al pesetero dux veneciano. Me había llevado el texto (latino, de algo tiene que servir la Filología Clásica) e intentaba seguirlo, pero me quedé más frío que un témpano. Yo a la música clásica le pido eso, emoción, ya que mi falta de oído y mi ignorancia absoluta de esa música no me permiten ni siquiera ser melómano.
Seamos positivos: partes del Ave maris Stella eran muy bonitas. El coro y los músicos eran muy buenos. Lo he podido contar en el blog. ¡Pero dos horas!
Podéis oír partes aquí. Yo voy a volver a escucharlas, a ver si cambio de opinión.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Zenobia

Aunque la he dejado tirada por otros -Waugh últimamente-, sigo con los Diarios de Zenobia Camprubí. Son monótonos, muy notariales, aunque interesantes a ratos.
La vuelvo a traer a este rincón porque tenía pendiente un comentario a esta entrada (leed también los comentarios), para echarle un capote a JRJ. Ayer, leí otra del mismo blog (magnífico blog) y me acordé de que quería mencionar ese amor de JRJ a su mujer, por más que fuera un hombre con tantos problemas en la convivencia. Pero cómo no iba a quererle Zenobia, con aquella dedicatoria:
A Zenobia de mi alma, que la adoró como la mujer más completa del mundo, y no
pudo hacerla feliz.
Yo sólo quería recoger dos referencias del primer volumen, en el que estoy todavía. Y qué matrimonio, compitiendo cada uno por darse al otro:
1. J. R. tenía visita y me trajo un pequeño ramito de rosas para que me hicieran compañía mientras él estaba fuera. Siempre hace estas cosas tan calladamente que una tiene que mirar alrededor para descubrir que las ha hecho. Muy pocas veces es efusivo, pero constantemente tiene esas manifestaciones silenciosas de la emoción de su espíritu (p. 122).
2. Por la tarde hice creer a J. R. que no podía ir al concierto para que usara mi entrada y por cierto que lo disfruté el doble, pensando en lo que él estaría gozando de la 5ª Sinfonía de César Franck, en la que yo sé que siempre se extasía (p. 175).

Por cierto que en la entrada de ayer de ese blog hay una análisis precioso de la felicidad y de cómo contarla, y un poema de Rocío Arana sobre el mismo tema que os recomiendo encarecidamente. Enorme sintonía con lo que dicen las dos, Inma y Rocío.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Treintaynueve

En uno de los comentarios recientes en este mismo blog prometí leer algo de Greene. Bien, lo que he hecho es empezar a releer (por x-vez) Retorno a Brideshead, de Waugh, y lo estoy disfrutando muchísimo, aunque esta vez desde mi situación concreta actual; nunca podré ser Charles Ryder -soy más como Bridey o Cordelia-, pero me alegra encontrar algún punto de coincidencia.
Nada más empezar esto es lo que dice Charles Ryder:
Aquí [acampado en plena Segunda guerra Mundial en un sitio perdido de Inglaterra], a la edad de treinta y nueve años, empecé a envejecer. Por la noche, cansado y dolorido, no tenía ganas de salir del campamento; comencé a reclamar derechos de propiedad sobre determinadas sillas y periódicos; acostumbraba beberme tres vasos de ginebra antes de cenar, ni más ni menos, y me acostaba inmediatamente después de las noticias de las nueve.
Menos mal que en la última frase del libro dicen esto de él (se supone que con el típico tonillo rebajador inglés), una de las frases más alegres que recuerde ahora de la literatura mundial:
Hoy pareces mucho más contento que de costumbre.

martes, 5 de diciembre de 2006

Porque todo es bueno

Estoy muy contento, y me he acordado de esto, que vale para la alegría y para la pena:

Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.
Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso...
Dale gracias por todo, porque todo es bueno.

De san Josemaría, en Camino, y no es que lo cite porque yo sea del Opus Dei, que también, sino porque tiene fuerza.
Por cierto, interesantes reflexiones hoy sobre el sentimentalismo, la fe y los sentidos en Shrine of the Holy Whapping y en Video meliora (que cita a Friedrich von Hugel, al que tanto apreciaba Flannery).

lunes, 4 de diciembre de 2006

Y dale con los conversos

Hoy iba a poner una entrada intrascendente, sobre la lluvia, a propósito de que llevamos mil litros por metro cuadrado en dos meses (eso es el doble de lo que llueve en todo el año en la mayoría de España), pero los comentarios a esta entrada merecen eso, un comentario:
Sobre Greene: se me olvidó contar que siempre llevó una foto del padre Pío en su cartera (otra pincelada para un retrato complejo, a lo Bacon). Es verdad, aunque sólo fuera por El tercer hombre ya sería recomendable. Sobre el resto de sus novelas espero tener una opinión más informada pronto. Como persona no le tengo mucho aprecio, aunque eso debería ser más o menos indiferente para valorarlo. Lo último que hizo fue dejar su herencia a su esposa, a la que había abandonado hacía cuarenta años; a su amante, que le había cuidado los últimos años: nada. No sé por qué, pero ya no me apetece nada leer a Moeller, que fue uno de los libros que más me impresionaban antes. Quizá es que ahora tienda a ser menos comprensivo.
Sobre Waugh: con todo su esnobismo (que no niego que me atrae mucho), su frase de 'si no fuera católico sería un monstruo' (cito de memoria) ya sería suficiente para que le tuviera cariño. Tengo que leer alguna biografía de él. Puestos a sacar trapos sucios, eran notorios sus problemas con el alcoholismo y su intolerancia, pero no sé por qué, todo lo miro con indulgencia en él, algo que no me pasa con Greene, seguramente por cuestiones de afinidad. Yo que tengo en una peana Retorno a Brideshead, Un puñado de polvo, Helena, Más banderas, Hombres en armas, los cuentos, no puede menos que mirar con cariño los problemas de Waugh.
Sobre C. S. Lewis: si lo comparas con Tolkien no hay posibilidad de salvación: no me gusta Narnia ni las novelas de ciencia ficción. No me gusta la alegoría. Prefiero las cartas de Tolkien a todos los ensayos de Lewis. Sólo me interesó quizá Los cuatro amores, pero ha quedado totalmente superado por la encícilica Deus caritas est. No niego que haya también una cierta inquina por no haberse convertido (así soy, no lo puedo evitar).
A Bernanos no he conseguido leerle más de tres páginas seguidas.
Queda pues abierto este comentario a posteriores correcciones.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Pearce sobre Greene

Así como mi admiración por Waugh es ilimitada, no me convence mucho Graham Greene, aunque sólo he leído El poder y la gloria.
Convertido pronto, tuvo una vida muy irregular, pero siempre fue católico (aunque bordeando los límites, o paseándose peligrosamente por el otro lado; al menos eso parece, que yo no soy quién para juzgar).
Lo que cuenta Pearce en el libro sobre Escritores Conversos es muy interesante y triste. Hay una anécdota que me parece reveladora:
Fue a una misa del padre Pío (san Pío de Pietralcina ahora), que le impresionó mucho (no es para menos, con las manos sangrando por los estigmas). Greene fue con su amante de entonces (!) y le ofrecieron presentarle al padre Pío, pero se negó:
No, no quiero. No quiero que mi vida cambie por conocer a un santo.
Veinte años después volvió a recordarlo:
Estaba tan convencido de la fuerza de su bondad que no quise hablarle ni acercarme a él. A los amigos que me acompañaban les dije que me asustaba demasiado que pudiera darle un giro a mi vida. (Pearce, p. 519).
Ya metidos en conversos, la blogosfera católica está contenta porque se ordenan de sacerdotes-sacerdotes dos sacerdotes conversos del anglicanismo: el autor del blog Standing on my head (=Cabeza abajo, lo tomó de una frase de Chesterton, cómo no) y el de Pontifications, los dos grandes cabezas teológicas (y parece que grandísimas personas). Dwight Longenecker, el de Cabeza abajo, tiene un relato muy interesante sobre su conversión (aquí y aquí), y el autor de Pontifications transmitió -valga decirlo- su conversión vía blog.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Joseph Pearce, Waugh

He leído con gran placer el último libro traducido de Joseph Pearce* sobre escritores conversos.
Es un estudio sobre las relaciones entre escritores anglosajones que se convirtieron. Vuelve a quedar clara la importancia del cardenal Newman y se agiganta cada vez más Chesterton. Aquí se destaca además a figuras como Hillaire Belloc, Maurice Baring, Robert Hugh Benson, Ronald Knox o Evelyn Waugh. El autor no pretende hacer un libro apologético, así que aparecen conversos santos, mediocres, regularcillos y algunos un poco malotes (mañana hablaré de Graham Greene). La pena es que en un libro de 570 páginas sabe a poco lo que cuenta de cada uno. Está muy bien que los poemas que aparecen se recojan en inglés, con la traducción en nota, con lo que uno comprueba una vez más la especial relación de la lengua inglesa y la poesía (y el mérito añadido que tienen los buenos poetas españoles).
Sobre Waugh cuenta cómo murió, algo que yo no sabía. Al final de su vida llevaba muy mal la vorágine que crearon algunos al socaire del Concilio, sobre todo en la liturgia. Le enfermaba que quisieran arrumbar el latín y además con lo que el llamaba una 'liturgia pop'. Lo pasó muy mal esos años, pero poco antes de morir un jesuita confidente suyo, el padre Philip Caraman, accedió a celebrar una misa en latín para él, su familia y unos pocos allegados, el Domingo de Pascua.
Al salir de la Iglesia, muchos de los asistentes se fijaron en lo contento que estaba Waugh. El padre Caraman puso de relieve su serenidad y su alegría, como si la depresión se hubiese evaporado o como si acabara de salir de una noche oscura del alma: "Se mostraba bondadoso y en paz consigo mismo, con esa tranquila serenidad que los sacerdotes encontramos en quienes están muriendo". Aproximadamente, una hora más tarde, Waugh fallecía víctima de un ataque al corazón. (p. 431)
Su hija escribió:
No estés muy triste; cuántos deseos tenía de morir; y hacerlo el domingo de Pascua, cuando toda la liturgia habla de la muerte y de la resurrección, y después de oír la Misa en latín y de recibir la Sagrada Comunión, es exactamente lo que él quería. Estoy segura de que en misa pidió por su muerte. Estoy muy contenta por él.
En el número de noviembre de la revista Palabra lo entrevistan (pero en la red sólo está en inglés: aquí).
*Joseph Pearce, Escritores conversos. La inspiración espiritual en una época de incredulidad, Palabra, Madrid, 2006

viernes, 1 de diciembre de 2006

Ecos

1. De la vista del Papa a Turquía:
Los textos en Alemania esd. Me ha gustado especialmente este, en el que habla a los ortodoxos de las distintas funciones de san Pedro y san Andrés. La de san Andrés fue:
Andrés, el hermano de Simón Pedro, recibió otra misión del Señor, una misión a la que su propio nombre alude. Dado que hablaba griego, se convirtió, junto con Felipe, en apóstol del encuentro con los griegos que acudían a Jesús (cf. Juan 12, 20 y siguientes).
(...) el apóstol Andrés representa el encuentro entre el cristianismo primitivo y la cultura griega, encuentro particularmente hecho posible en Asia Menor gracias a los Padres Capadocios, que enriquecieron la liturgia, la teología y la espiritualidad de las Iglesias Orientales y Occidentales.
(...) Los Padres Griegos nos han dejado un tesoro del que la Iglesia sigue sacando riquezas nuevas y viejas (cf. Mateo 13, 52).
En Open Book, Amy Wellborn recoge la noticia de que una noche 500 jóvenes católicos se pusieron a cantar debajo de la ventana del Papa, algo que debió de darle una gran alegría (y a mí me la da que lo hicieran).
2. A otro nivel, la presentación del libro de Ibáñez Langlois, Oficio:
Gran suerte de que contaran cosas de la presentación Cuaderno de vísperas y Batiscafo, y muy bien además.
Por suerte, podemos ir conociendo más poemas de Langlois: el que ponía ayer el propio E. G.-M. (y citaba otro anterior que ya pudimos disfrutar), uno que puso C. en los comentarios a este blog (y no os perdáis lo que dice Marta, que conoce personalmente al autor), los que cita Batiscafo, a quien le copio esto:

Con un Lienzo me cubro la cabeza, con polvo
y ceniza, con la profunda noche. La luna
se eleva en las montañas del valle de Josafat.
Una blanca Mortaja me ciñe ahora el cuerpo
mientras San Juan enciende los cirios. El infierno
vela en la faz de Dios el sudor de su sangre.
Las antorchas judías se acercan en la noche.
El Cíngulo en mis lomos: por los eternos siglos
empujan de esta soga los hijos de Israel.
En mi cuello la Estola. Estoy triste hasta la muerte.
Padre, si puede ser que este cáliz se aparte
sin que rueden los mundos de tus manos. Por fin
viene el Manto sagrado. Yo caigo de rodillas.
Jesús el miserable está en manos del cielo
con su oscuro terror. La misa ha comenzado.

Y la Misa es eso. Y no me había dado cuenta, yo, la rata.