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martes, 28 de mayo de 2024

Asesinato en directo de Batya Gur

Pues en este curso he acabado releyendo los seis volúmenes de la serie policiaca protagonizada por Michael Ohayon. Como la anterior vez fue hace veinte años, no recordaba nada o algunos detalles circunstanciales que se debían haber quedado en alguna esquina de alguna neurona. Ahora ha sido una delicia leerlos todos. Si yo fuera profesor de hebreo, pondría a alguien a hacer una tesis sobre la representación de Israel en esta serie, sería un buen tema.

Este último, Asesinato en directo. Un caso en televisión, se me hizo farragoso en las cien primeras páginas: casi todo ocurre en la cadena pública de televisión israelí y parece que comienza con demasiados hilos argumentales y muchos personajes, con lo que se hacía costoso seguir el argumento. Por suerte, todo el esfuerzo inicial da réditos luego. Me parece que lo que se discute en este último libro son los fundamentos ideológicos del estado de Israel, tanto en la representación de la ficción como en el mundo de las noticias, cómo se presentan ellos y cómo presentan a sus conciudadanos la imagen de su país. Me acordé mucho de la noble mentira de Platón: es otro tema para explorar, para quien quiera.

La autora, Batya Gur, murió joven: este es el último libro que hizo de esta serie. De todos modos, me cuesta mucho pensar que el comisario Michael Ohayon no exista: me resulta tan familiar, lo veo tan vivo que me parece, inconscientemente, que sí que tiene que existir. 

lunes, 13 de mayo de 2024

Asesinato en el corazón de Jerusalén. Un caso pasional, de Batya Gur

Asesinato en el corazón de Jerusalén. Un caso pasional, es la penúltima novela del comisario Michael Ohayon y se centra, como dice el título, en la pasión, la pasión amorosa. Está el crimen, está la peripecia vital del comisario y está el trasfondo de relaciones humanas, donde el tema del amor y la pasión son descritos narrativamente, dramáticamente, como hace tan bien Batya Gur. Otra vez el tema policiaco es en realidad secundario.

A la vez, están temas sociales y políticos en el trasfondo: por un lado todo sucede en plena intifada, a principios de los dos mil, y por otro la novela se sitúa en la divisoria entre judíos procedentes del centro y este de Europa, los asquenazíes, y los judíos originarios de países árabes, los mizrajíes. Los que no aparecen son los procedentes de la zona mediterránea, los sefardíes. En esta novela hay una fuerte tensión, acusaciones históricas de discriminación en los inicios del estado judío incluidas, respecto a esa minoría que procede del mundo árabe. Qué compleja tiene que ser la política en Israel, sabiendo todo esto, además, claro, de todo lo que ya estamos viendo ahora mismo sobre los palestinos: también aquí se puede hablar de pasiones, de amor y de odio.

miércoles, 3 de abril de 2024

Asesinato en el kibbutz de Batya Gur

No me acabo de creer que me esté releyendo una a una todas las novelas protagonizadas por el policía Michael Ohayon, pero esta, Asesinato en el kibbutz, la tercera, es la cuarta ya, porque Un asesinato musical fue la primera que releí, siendo la cuarta de la serie. Ya solamente me quedan dos. 

Guardaba muy buen recuerdo de esta, sobre todo por su trasfondo: la leí por primera vez en 2004 y la releí en 2007. Esta tercera vez creo, tras haberme metido a fondo en la República de Platón, que la he podido disfrutar todavía más: es un caso policial, pero es lo de menos en esta novela. Lo importante es la descripción del modo de vida del kibbutz, una forma de organización social utópica fundada en la búsqueda de la igualdad de los sexos, lo que conlleva la educación común de los niños y un modo de vida en el que los lazos familiares están subordinados al conjunto de la comunidad: este es el núcleo dramático del libro, esos niños que duermen juntos en un dormitorio común, sus miedos y sus traumas ya de adultos. Las cien primeras páginas, centradas en dos personajes que fueron niños acogidos en el kibbutz, son impresionantes.

Me ha parecido también iluminador sobre la propia historia del Estado de Israel, en cierto modo una utopía sionista en medio del desierto, que han conseguido convertir en vergel, pero sin lograr el ideal. A la vez han entrado en un ritmo de vida capitalista que no es el que los socialistas utópicos del kibbutz esperaron. Todo el tremendo drama que está sufriendo Israel está en este libro, el mal que habita en el corazón humano, la intolerancia de la utopía, la sensación de asedio y de defensa.

lunes, 18 de marzo de 2024

Un asesinato literario de Batya Gur

Sigo en este impulso de releer, veinte años después, toda la serie del detective Michael Ohayon de Batya Gur. Ahora ha sido la segunda novela, Un asesinato literario. Un caso crítico, después de la primera, El asesinato del sábado por la mañana, centrada en el psicoanálisis, y la cuarta, Un asesinato musical, en la música.
Aquí todo ocurre en el departamento de Literatura Hebrea de la Universidad de Jerusalén y en torno a la literatura y su prestigio, en la medida en que se refleja en el mundo académico: hasta que punto se puede valorar la literatura contemporánea por parte de los profesores y en qué medida es superior la poesía a la crítica y a la propia vida. Hay reflexiones interesantes sobre eso, por ejemplo sobre temas de Crimen y castigo, de Dostoyevski; citan también muchos versos de poetas hebreos: como siempre en Batya Gur es más que una novela de detectives sin más.
Quizá el caso policiaco sea poco complejo, con poco movimiento narrativo más bien. Sigue contándose la vida y perfilándose el personaje del policía Ohayon, pero creo que es mucho mejor la cuarta novela, la musical, que releí la primera. También tengo muy buen recuerdo de la tercera, que es la que releeré ahora, la del kibbutz.

martes, 20 de febrero de 2024

El asesinato del sábado por la mañana

No me puedo creer que me esté apeteciendo tanto leer novelas últimamente. Hacía años que no me pasaba algo así. Poco después de Un asesinato musical de Batya Gur, he acabado la primera novela de la serie protagonizada por el comisario Michael Ohayon, El asesinato del sábado por la mañana

Me ha gustado menos esta, es menos madura, menos densa, pero es una novela también interesante. A mí me fascina Israel, el modo de vida allí, sus peculiaridades muy bien descritas: askenazis y sefardíes, palestinos trabajando y sin trabajo, emigrantes desde varios sitios, sobre todo los del Holocausto, que en en esta novela son especialmente centrales, porque en este caso se trata del mundo de los psicoanalistas, un grupo cerrado de personas que siguen un método peculiar de tratamiento psicológico que pasa por participar ellos mismos en los exámenes unos de otros. Parece como si estuvieran intentando poder dominar toda la realidad compleja del ser humano por medio de unas prácticas de examen interior y expresión de la interioridad: no lo logran, sin embargo. 

La novela es un poco esquemática, los personajes están aquí presentándose, necesitan un poco más de tiempo para afianzarse; menos mal que hay más novelas después. Yo seguiré releyendo la serie completa, porque me entretiene mucho y no me acuerdo de nada de la primera lectura que hice de todas. Aquí el argumento policiaco es tirando a normalito, pero bueno, el cogollo es más bien el mundo que se describe y los personajes que presenta.

lunes, 12 de febrero de 2024

Un asesinato musical, de Batya Gur

Hace 20 años, gracias por lo que parece a alguien que me dejó la recomendación en un comentario en este blog, leí la serie de novelas de Batya Gur protagonizadas por el policía Michael Ohayon. Eran extraordinarias como novelas policiacas, pero eran muchísimo más: una descripción fascinante del Israel moderno, reflexiones hondas cada uno en torno a un ámbito concreto (un kibbutz, el mundo literario, una orquesta) y novelas al fin como la copa de un pino, con personajes, empezando por el protagonista, vivos, cercanos y en un mundo complejo y creíble. En esta novela hay por ejemplo una conversación sobre por qué una novela policiaca sin más no está completa:

-Todo está al servicio de la trama, del misterio -perseveró Michael-. No queda espacio para respirar, ni para la belleza. Ni para las digresiones del tema central. Todo es funcional. Una conversación como la que estamos manteniendo no podría aparecer en una historia de detectives, porque no es funcional. No tengo paciencia para leerlas. Mi trabajo ya me proporciona suficientes misterios. Y, pase lo que pase, el desenlace siempre es decepcionante. O bien sabes con excesiva antelación quién es el asesino, o bien tienes la impresión de que te han timado, de que el escritor se ha sacado un as de la manga (251).

He releído Un asesinato musical porque lo tenía mi hermana. Quizá debería haber empezando las relecturas con el primer libro de la serie, El asesinato del sábado por la mañana, que va a ser el que caiga a continuación, porque tengo muchas ganas de releerlos todos en estos próximos meses. Del Asesinato musical no me acordaba de nada, salvo de un tema que recorre toda la primera parte, los sentimientos del protagonista al descubrir a una niña recién nacida abandonada, descritos magistralmente. 

Es una novela en la que la música clásica está en el centro, del argumento y del crimen, aunque crimen no hay de hecho hasta pasadas casi las cien primeras páginas. A mí me ha interesado mucho cómo se contrapone la música barroca, Vivaldi sobre todo, a la romántica y sobre todo a la wagneriana, cuestión delicada en el propio Israel. Hay composiciones que marcan las distintas partes, como la Primera Sinfonía de Brahms, Winterreise de Schubert o la Obertura de Guillermo Tell de Rossini. Hay una discusión fascinante sobre el Et incarnatus est en las Misas de grandes músicos como Bach o Mozart.

También es una reflexión sobre la familia, con temas que siguen en primera fila de la discusión en pleno 2024: la cuestión es si familia es el marido y la mujer y los hijos o no y si es posible algo distinto a eso.