domingo, 3 de diciembre de 2006

Pearce sobre Greene

Así como mi admiración por Waugh es ilimitada, no me convence mucho Graham Greene, aunque sólo he leído El poder y la gloria.
Convertido pronto, tuvo una vida muy irregular, pero siempre fue católico (aunque bordeando los límites, o paseándose peligrosamente por el otro lado; al menos eso parece, que yo no soy quién para juzgar).
Lo que cuenta Pearce en el libro sobre Escritores Conversos es muy interesante y triste. Hay una anécdota que me parece reveladora:
Fue a una misa del padre Pío (san Pío de Pietralcina ahora), que le impresionó mucho (no es para menos, con las manos sangrando por los estigmas). Greene fue con su amante de entonces (!) y le ofrecieron presentarle al padre Pío, pero se negó:
No, no quiero. No quiero que mi vida cambie por conocer a un santo.
Veinte años después volvió a recordarlo:
Estaba tan convencido de la fuerza de su bondad que no quise hablarle ni acercarme a él. A los amigos que me acompañaban les dije que me asustaba demasiado que pudiera darle un giro a mi vida. (Pearce, p. 519).
Ya metidos en conversos, la blogosfera católica está contenta porque se ordenan de sacerdotes-sacerdotes dos sacerdotes conversos del anglicanismo: el autor del blog Standing on my head (=Cabeza abajo, lo tomó de una frase de Chesterton, cómo no) y el de Pontifications, los dos grandes cabezas teológicas (y parece que grandísimas personas). Dwight Longenecker, el de Cabeza abajo, tiene un relato muy interesante sobre su conversión (aquí y aquí), y el autor de Pontifications transmitió -valga decirlo- su conversión vía blog.

11 comentarios:

  1. Interesantísimas entradas. Habrá que leer a Pearce. ¿Y sobre conversos españoles qué hay?

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  2. Greene plantea, como Unamuno, casos de conciencia interesantes aunque inverosímiles (al menos por lo que sé, que se reduce a El poder y la gloria y El revés de la trama.) Bueno, y el guión de El tercer hombre es cosa seria, claro.

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  3. Cuando estaba en el colegio, estaba de moda el amplio tratado "Literatura del siglo XX y Cristianismo", de Moeller, que dedica un capítulo a Greene.

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  4. Deberías leer "El fin de la aventura": ahí se ve en estado puro el drama y la grandeza de Greene.

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  5. Literariamente me gusta más Waugh que Greene, pero si les juzgo como personas, me pasa al revés. Siempre he pensado que Waugh se convirtió al catolicismo por esnobismo, a fin de poder integrarse un poco más en esos selectos círculos de la aristocracia católica inglesa por los que quería moverse (muchos de ellos filonazis, como las hermosas hermanas Guinness, tan admiradoras de Hitler). Hace poco vi en la BBC un documental dedicado a los Waugh. Su nieto contaba que cuando su padre Auberon –el gran satírico de Private Eye– le estalló una bomba de mano haciendo el servicio militar en Chipre a comienzos de los cincuenta y estaba en peligro de muerte, Evelyn no quiso verle, y cuando le recibió por fin en Inglaterra le soltó un desplante de los suyos. Debo decir aquí que, a pesar de lo mala persona que parece, es un escritor que crea adicción, al menos a mí me la creó.

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  6. Lo de Greene da para más entradas. A mí me encantó "El factor humano" y, por supuesto, "El tercer hombre". Impresionante la parte que extracta Moeller de "Brighton, parque de atracciones", cuando el personaje aquél dice lo de "La santidad huele mal..." (no recuerdo la cita, porque lo leí hace muchos años, pero me impactó). Por lo que se refiere a autores británicos, me gustaría, Arp, que contaras por qué no te interesa demasiado C. S. Lewis (¿tiene que ver con que se mantuviera anglicano, si bien que de la High Church, y nunca diera el paso hacia el catolicismo?).
    Y, por último, aunque no sea británico, capítulo aparte merece George Bernanos... Sus "Diálogos de Carmelitas", o "Los grandes cementerios bajo la luna" están entre lo más granado del siglo XX. Y qué decir de "Diario de un cura rural"... Podías dedicarle algún comentario, jugoso como siempre, en tu blog. Gracias en cualquier caso por estas entradas tan interesantes (todas, en realidad).

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  7. > No quiero que mi vida cambie por conocer a un santo.

    Pues yo creo que, en una situación semejante, un hombre vulgar (algún devoto cristiano, uno mismo acaso) se habría negado ínstintivamente a reconocer la santidad del tipo; habría rebuscado argumentos para rebajarlo y aun difamarlo. ("Dudo que sea tan santo como dicen; da para desconfiar el que.. etc") para salvar (ante los demás pero sobre todo ante uno mismo) la imagen virtuosa.
    Lo de Greene me da al menos la impresión de lucidez y honestidad con uno mismo. No me parece poco.

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  8. Estoy de acuerdo con el último comentario. El primer paso para la auténtica conversión es reconocerse pecador, y Greene desde luego, no se andaba con paños calientes: a lo blanco le llamaba blanco, y a lo negro, negro. ¡Cuánto echamos de menos ese realismo tan crudo en nuestros días, en que todo anda "patas arriba"!

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  9. Sería bueno contrastar lo que dice Pearce con lo que dice Shelden sobre Greene. Este acaso cargue las tintas, pero me confirma en el poco crédito que siempre me mereció el más que dudoso catolicismo de Greene. El guión del "Tercer Hombre" es bien flojito, muy inferior a la película, excelente. "The human factor" estaría mucho mejor si no fuera un manual de corrección política. Los católicos que desfilan por las páginas de cualquiera de sus novelas son como él, de esos católicos que desprestigian a la Iglesia (véase The end of the matter). The Stamboul train está bien, sin ser gran cosa, y lo que más me gusta es "The confidential agent", novela envidiable. Nadie duda que es un maestro. No llega a la altura de Brideshead ni a la de A handful of dust, pero también Waugh es más irregular que él y, en cuanto católico, allá se andan, pero lo que en éste no pasa de frivolidad, en Greene supera la perfidia.

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  10. Tienes toda la razón, Leonbloy: en realidad Greene es una personalidad compleja, que tiene ahí algo, al fondo, muy interesante, que le 'salva', aunque como explica muy bien don Aquilino Duque (¡un honor la visita!), sus declaraciones y su modo de vida, su óptica en general, dejan mucho que desear (al menos, desde la ignorancia con la que hablo).
    Me apunto The confidential agent. Es verdad, a mí me decepcionó mucho el guión de El tercer hombre, pero la película es muy buena.

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  11. Hola
    Veo que en cuanto a lecturas vamos al revés, aunque no se que habrás leído de Greene desde que escribiste este post. Yo he leido bastante a Greene, y puedo decirte que es un escritor de dos caras, en el sentido de que están sus novelas católicas y están... sus demás novelas, ahora, yo he disfrutado todas las que he leido y espero poder seguir leyendo más de él. Ahora leyendo tus post te puedod decir que la gran diferencia de aquí en Chile con tu país en cuanto a estas lecturas, es que yo libros de ellos dos no encuentro por ningín lado, de hecho, la Biografía de GKC de Pearce la compré en Argentina, y Hombre y Mito también. Solo he podido encontrar un libro de Waugh, Nuestros seres Queridos, que lo disfrute tanto como los de Greene.
    Te recomiendo que veas en mi blog un artículo de Ignacio Valente que transcribí, Ignacio Valente es un critico literario chileno, y escribe sobre El Pecado y la Gracia en Graham Greene. Sigue con tu blog.

    Saludos

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