lunes, 6 de marzo de 2023

La edición modélica

De los nombres de Cristo de fray Luis es uno de los mejores libros en español, eso es así. 

En 2008 salió una excelente edición de Javier san José Lera, que elogié todo lo que pude y no tanto como se merecía, porque me enredé con un prólogo de Lázaro Carreter que me encocoró entonces. La introducción de Javier san José la elogié entusiasmado, tan excelente era. Luego he hablado y citado de esa edición todas las veces que he podido.

Pues en esta vida a veces se cumplen los deseos que uno ni se atrevía a imaginar: Javier san José ha sacado una edición revisada de De los nombres de Cristo en la colección canónica de la RAE. Ya no tiene el prólogo de Lázaro Carreter, ha podido corregir erratas y seguro que la ha actualizado y mejorado lo poco que se pudiera mejorar. El texto de fray Luis va a brillar ahí todavía más. Yo me lo voy a leer y voy a disfrutar una barbaridad. Os lo recomiendo vivamente, compradla, leedla, mayor maravilla de contenido y en la prosa en español no hay. 

Os copio un párrafo de la introducción:

El que un celebrado catedrático saliera a la luz pública en 1583 con una obra teológica en romance castellano no deja de ser una situación llamativa. Que lo hiciera, además, empleando una lengua no solo cuidada, sino pulida hasta el extremo, con sensibilidad y oído musical de lírico grande, es aun más excepcional. Fray Luis sabía que abría caminos nuevos para esa lengua, que defendía contra los juicios apresurados de quienes preferían ver tratadas materias tan altas en latín. Porque alto es el objetivo: llegar a explicar la esencia de Jesús desde sus nombres, los que le otorga en múltiples pasajes la Escritura. Y construir desde ellos toda una catedral que proclama la esencia de una teología cristiana, una philosophia Christi, a la vez paulina y agustiniana. Desde ese cuerpo de palabras elocuentemente hermoso asciende lo mejor del humanismo cristiano hasta alcanzar la cumbre por tres laderas que confluyen en lo más alto: por una sube el conocimiento preciso de la tradición bíblica; por otra asciende el flujo memorable de la tradición clásica, griega y latina; y por la tercera, la gran renovación renacentista en contenidos, estructuras y lenguaje (ix-x).

1 comentario:

  1. Me encanta cómo escribían en aquellos tiempos- en general-. La lengua española del Siglo de Oro tiene una musicalidad, una delicadeza, un no sé qué...

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