Empezaba el mes poniendo fotos de narcisos en la carballeira de san Lorenzo.
Escribía algo sobre el eros de Dios que creo que merece la pena.
Ponía fotos de barcos en Caramiñal.
Ya en 2013 había perdido la fe en los periódicos y los telediarios.
Hacía una lista de las películas que más me habían gustado de 2000 a 2012.
Me alegra el regreso del narcisismo bloguero, muy socorrido en verano. Me ha encantado la entrada sobre el eros de Dios, sobre todo por los comentarios que originó. Yo no sé mucho de exégesis, pero he leído lo suficiente la Neovulgata en latín para darme cuenta de las barrabasadas de las traducciones de los leccionarios. Menos mal que ya desapareció aquella desastrosa traducción que hacía decir a los hijos de Zebedeo ,al ser preguntados por Cristo si beberían el cáliz que Él habría de beber "somos capaces", en vez de "Podemos¨, como literalmente dice el texto latino. Hay muchos ejemplos a cada cual más desastroso y a mí particularmente, aunque sea teológicamente indiferente, me molesta que hayan quitado las metretas, de las bodas de Caná y los estadios que separaban a Jerusalén y Emaús.
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