A cuento de la cartilla-catecismo del siglo XVI que mencioné ayer, volví a mirar, otra vez pasmado, la Cartilla Antifascista: todas las páginas son fascinantes, terroríficas, escalofriantes. Y muy modernas, eso sí.
Entero, en pdf, en este enlace.
Lo que no recordaba, o no sabía, es que había también una cartilla aritmética antifascista, que no tiene tanta gracia (y es menos terrorífica, quizá, aunque me entran dudas):
A lo mejor me equivoco, pero yo diría que estas cartillas fueron más un experimento tipográfico para mostrar en una vitrina o regalar a personajes distinguidos que un cuaderno para alfabetizar. Desde luego, tipográficamente, es una obra maestra de la vanguardia. Las cartillas, en todas épocas, se han caracterizado por su baratura, su producción masiva y la reutilización de sus ejemplares.
ResponderEliminarVaya, me sorprende lo de que pudiese ser un experimento. He buscado y en algún sitio dicen que hicieron más de cien mil ejemplares. Lo que sí creo es que no debió de tener demasiada utilidad práctica en la alfabetización.
EliminarCreo que llevas razón en lo de la tirada. La primera, en abril de 1937, fue de veinticinco mil. Después se imprimieron, al menos, cien mil más. Hay un ejemplar (también descargable) en la Biblioteca de Galicia, que conserva unas cubiertas de imprenta acartonadas http://biblioteca.galiciana.gal/es/consulta/registro.do?id=574570
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