En enero de 2013 yo hablaba, fascinado, de Retablos y naturalezas muertas, de Jiménez Lozano.
También ponía esta foto, que me sigue gustando:
También me intentaba acordar de cómo eran una tartera y resulta que en mayo estuvimos comiendo en el campo con la misma que yo intentaba recordar.
Por entonces había leído un libro de conversaciones de Alejandro Llano y recogí varias ideas que me siguen pareciendo igual de interesantes sobre cómo estudiar filosofía. Otro día también copié unas citas brillantes sobre cómo aprende uno dando clase, sobre que la ética no tiene por qué ser rentable, sobre los filósofos como showmen de la élite y sobre la posibilidad de que haya un diálogo realmente productivo.
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