martes, 21 de octubre de 2025

En Madrid, hitos arquitectónicos

A la vuelta del Congreso en Almodóvar, el recorrido que hicimos por Madrid, que acabó en la estación de Chamartín, nos llevó a pasar por tres sitios destacados por los arquitectos y quizá no tanto por la gente. 

El primero fue el Ruedo de Sáenz de Oiza en la M-30. Nunca había estado tan cerca y daba una impresión absoluta de lumpen. No sé qué había pretendido él en esa especie de estructura resguardada hacia dentro, pero lo que hay ahora es el paradigma de la reclusión/exclusión social. Yo lo veía en las revistas de arquitectura cuando estudiaba la carrera y seguramente fue un avance para los chabolistas allí realojados, pero ahora parece una cárcel:


También vi el bloque de Sanchinarro, de MVRDV, unos holandeses muy a la moda cuando yo miraba El Croquis y Arquitectura Viva en la sala donde trabajaban los estudiantes de arquitectura. También da un poco de pena verlo ahora: te preguntas qué pensará la gente de eso que encandiló a los que miraban las fotos del Edificio Mirador:


Acabamos en el Convento de los Dominicos de Fisac, pero lo dejo para mañana. Hoy quiero dedicarlo a homenajear a mi yo que veía revistas de arquitectura y al yo mío que ha visto ahora la idea encarnada en edificios tirando a feúchos, o al menos cutres.

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