En mayo de 2009 seguía hablando de los días en Roma: del templete de san Pietro in Montorio; contaba de una escena de película italiana con un yanqui de protagonista. Dimos con la iglesia de san Benedetto in piscinula.
Contaba como Feijoo estaba poniendo las patas de ese galleguismo cordial en el que están contentos todos los que están en la pomada.
Ponía textos de cartas de Sofia Varvaro, una mujer del Opus Dei que murió joven, por ejemplo una agustiniano. También otros donde explicaba admirablemente la vida en el Opus Dei. Y las cartas a su padre, tan impresionantes. También estas otras.
Hablaba del primer volumen de diarios de Enrique García-Máiquez, Lo que ha llovido.
Contaba la Primera Comunión de mi sobrina Eva. Y comentaba algunas fotos familiares.
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