En abril de 2009 discutía la visión burguesa del amor, frente a la doctrina cristiana, exigente, pero verdadera.
Contaba de un viaje a León, donde pude visitar san Isidoro, tuve malentendidos no muy galaicos, contaba de modo muy barroco cosas del Cebreiro,
Contaba una escena tragicómica de Semana Santa.
Hablaba de tulipanes y violetas.
Hablaba de conciertos de música religiosa para públicos nihilistas.
Se me apareció una ninfa en el río Tambre y me regaló un viaje a Roma. Contaba del Congreso al que asistí, sobre Flannery O'Connor. Visitamos desde una verja el cementerio donde están las tumbas de Shelley y Keats:
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