Estoy leyendo la Guía de pecadores, la primera versión, de fray Luis de Granada, un libro muy desigual, con forma a veces de breviario, otras de tratado, pero siempre muy bien escrito, como suyo.
Me fijé en un pasaje porque me recordó a Erisictón, lo de devorarse a uno mismo. También presenta la conciencia como un gusano que muerde, el "gusano remordedor":
Desta manera, pues, caerán los malos en aquel despeñadero y en aquella cárcel de tinieblas y confusión. Mas, ¿qué lengua podrá explicar la muchedumbre de penas que allí padecerán? Allí arderán sus cuerpos en vivas llamas, que nunca jamás se acabarán. Allí estarán sus ánimas carcomiéndose y despedazándose con aquel gusano remordedor de la conciencia, que nunca cesará de morder. Allí será aquel perpetuo llanto y crujir de dientes, con que tantas veces nos amenazan las escrituras divinas. Allí los malaventurados con una cruel desesperación y rabia volverán las iras contra Dios y contra sí mismos, y allí estarán comiendo sus carnes a bocados, rompiendo sus entrañas con suspiros, quebrando sus dientes a tenazadas, y despedazando rabiosamente sus carnes con sus uñas, y blasfemando y renegando siempre del juez que así los mandó penar (71).
¿Y cómo compagina fray Luis de Granada esa descripción del infierno con la infinita misericordia de Dios?
ResponderEliminarEs un gran misterio, el de la misericordia infinita de Dios y la realidad del infierno y la posibilidad real de condenación, porque hay libertad en el hombre.
EliminarFray Luis de Granada, ¿conocía la obra y el pensamiento de Boecio?
ResponderEliminarHe buscado y en la biografía de la RAH dicen que le dio clase un traductor de Boecio:https://dbe.rah.es/biografias/11233/fray-luis-de-granada . Me imagino que sí, Boecio era muy conocido, supongo.
EliminarSegún Boecio el mal no existe y el libre albedrío coexiste con la Providencia divina porque esta se da en un presente eterno, ajeno a nuestras nociones temporales
ResponderEliminarHe encontrado este enlace donde se resume lo que dice Boecio: https://www.mercaba.es/filosofiamercaba/boecio.htm
EliminarOrígenes propuso una solución para armonizar el infierno y la misericordia: la denominada apocatástasis o restauración de la creación a su estado de perfección original al final de los tiempos y en virtud de esa bondad e infinita misericordia de Dios. En ese contexto, toda la humanidad (pecadores y no pecadores) volverá a ser una con Dios.
ResponderEliminarLa salvación universal me parece muy hermosa y muy en consonancia con el Dios de los cristianos.
He encontrado esto, que me parece muy iluminador
Eliminarhttps://www.aceprensa.com/religion/el-problema-del-mal/
EliminarLo del gusano remordedor aparece igual en un soneto de Quevedo, que es una oración antes de comulgar; se hace a sí mismo sepulcro del Cuerpo muerto de Cristo y acaba diciendo: "Tierra te cubre en mí, de tierra hecho; / la conciencia me sirve de gusano; / mármol para cubrirte da mi pecho." Claro que no sé si toma el concepto de fray Luis o era un lugar común entonces.
ResponderEliminarSobre la salvación universal, quizás ayuden algunos Escolios:
"Las verdades no se contradicen sino cuando se desordenan."
"Ser cristiano es no aplicarle al cristianismo como norma uno de nuestros prejuicios."
"Buscarle explicación a lo que se proclama misterio es el prólogo de la divagación herética.
Contentémonos con un empirismo cristiano."
"Clérigos y periodistas han embadurnado de tanto sentimentalismo el vocablo 'amor' que su solo eco hiede."
¡Feliz día del Corpus!
El infierno es uno mismo, y los demás. Pero fundamentalmente es uno mismo. Las cárceles (mentales), la ira, la frustración, la desesperación... eso es el infierno. En el que estamos condenados a vivir aquí, si no aprendemos a vivir. Si se aprende, llega la recompensa: el Cielo, claro.
ResponderEliminar