Me llegó a principios de enero una prueba para el cáncer colorrectal, de esas que se hacen por grupos de edades: sí, ya estoy en esos andurriales procelosos. A mí esas cosas me hacen sentir como que tengo ya el cáncer, aunque sea in fieri. Al final, me armé de valor e hice la prueba (no entraré en detalles, es demasiado penoso) y me fui al centro de salud mío, el de Vite, que es de una fealdad extremada, donde dejé el kit.
Pues resulta que al lado tenían, en una mesa, en el Centro Socio-Cultural, libros para coger: allí había una edición bilingüe de las Sátiras, Epístolas y el Arte poética de Horacio, que me llevé, ahora que tanto me apetecía. Ya he leído la primera sátira, deliciosa, sobre contentarse con poco. Allí está lo que se ha convertido casi en un proverbio: "de te / fabula narratur". Os lo pongo con el contexto y luego en la traducción de Horacio Silvestre:
Tantalus a labris sitiens fugientia captat
flumina — quid rides? mutato nomine de te
fabula narratur: congestis undique saccis
indormis inhians et tamquam parcere sacris
cogeris aut pictis tamquam gaudere tabellis (68-72).Tántalo sediento intenta alcanzar los ríos que huyende su boca. ¿De qué te ríes? Mudando el nombre, de tihabla la historia: amontonas de todas partes alforjassobre las que duermes con ansia y te fuerzas a respetarlas,como si fueran sagradas o gozaras de cuadros de arte.
Y tiene final feliz mi historia: además de conseguir a Horacio, la prueba salió bien y al menos del cáncer colorrectal me puedo despreocupar por un tiempo.
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