Para empezar, espero como agua de mayo el nuevo volumen de los Diarios de Andrés Trapiello, que Juan Marqués anunció en Navidades como inminente, dándome una gran alegría (a mirar la web de su editorial toca).
En el otro polo de expectativas, me enteré de que no está tan lejos, seguramente también salga incluso en 2023, la continuación de los Diarios de Ignacio Peyró. El volumen inicial me produjo una reacción alérgica o sistémica enteramente única, porque a todo el mundo le gustó. A mí me pareció sin unidad, y tramposo: ya lo dejé todo escrito aquí. El hecho es que su continuación me apetece leerla, primero porque creo que va a ser un libro de esos que yo voy a amar odiar (traduzco literalmente love to hate) y sobre todo, porque parece que abarca los años de Rajoy, de 2011 a 2018, desde dentro, en el cogollito, entre los fontaneros y asesores de ese gobierno que me produce una repulsión rayana en el vómito. Poder enterarme de las tripas de ese mundillo de la mano de Peyró, con indudables cualidades para atacar a los que percibe como ridiculizables, es algo que espero con deleite anticipado. Creo que -si mis expectativas se cumplen- disfrutaré del despelleje, aunque lo que no sé es quiénes serán en esta ocasión las víctimas: si los sorayos o los del cogollito de Rajoy o los de Cospedal, cualquiera valdría en ese mundo podrido del PP para que yo lo disfrute. Lo que no le va a ser tan fácil va a ser, como en los anteriores, atacar a personas con convicciones, porque no las tuvo cerca en esos años, al menos en su trabajo. Los de Intereconomía y todo ese mundillo de derecha rancia podrían servir, que luego se ponen muy contentos cuando Peyró les atiza, porque piensan: mira qué majo, es de los nuestros, qué bien nos insulta.
Estos días estamos comprobando los motivos y consecuencias de que con mayoría absoluta los del PP no hicieran nada de lo que podrían haber hecho. Unas medidas mínimas de información a embarazadas en Castilla y León promovidas por Vox han puesto de los nervios a El País y en el PP han entrado en pánico: Feijoy.
En ese centro centrado están con Peyró el nuevo jefe de Opinión de ABC, Diego S. Garrocho, que se atrevió a comparar el delirio de las medidas de Podemos con la información a embarazadas, y Jorge Bustos, los dos estrellas del mundo mediático actual.
Y pronto, el Tribunal Constitucional dirá que sí, que por supuesto hay un derecho al aborto en la Constitución y ni Peyró ni Garrocho ni Bustos moverán una pestaña.
Los psíquicos siempre estáis canibalizándoos los unos a los otros. Es fascinante.
ResponderEliminarMe conformaría con que no me metieras en el mismo pack que ellos.
EliminarPeyró escribe bien. La primera vez que te contratan puede ser por hacerle un favor a álguien, pero la segunda tienes que ganártela tú, y él se la ha estado ganando.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que escribe bien. Lo que no tengo claro es que esos Diarios se puedan calificar de buenos.
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