He vuelto a leer los Diarios de Iñaki Uriarte, pero en un volumen: Diarios, Edición completa seguida de un epílogo.
Los he disfrutado casi más que la primera vez: son extraordinarios. No sé explicar por qué me gustan. No es cuestión de sintonía: casi estoy en las posiciones contrarias a las del autor en muchas cosas. Quizá es que me gusta su actitud antirretórica, que ya sé que es un modo de ser retórico, pero es el modo que me gusta, sin grandilocuencias al menos en el plano de la expresión.
Releo lo que escribí aquí sobre él, a ver si me ilumino: el primer volumen lo leí en 2010, luego, en 2012 el segundo (y además fui copiando textos que me gustaban especialmente, también aquí) y en 2015 el tercer volumen.
Me han gustado mucho esta vez, para mi sorpresa, las entradas sobre su gato, Borges, eso sí que me sorprende ahora.
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