Leí Lo que quiero es comprender, un libro con entrevistas, cartas, textos biográficos de Hannah Arendt. Quizá el texto que más me interesó es este, que me recordó a una gran película, La muerte de Stalin, una mezcla única de comedia y tragedia. Lo que me deja más pensativo es eso que pongo abajo en negrita, de Brecht, del poder de la comedia de tratar con más seriedad el sufrimiento.
Me parece interesante lo que dice Arendt porque el mal no hay que convertirlo en un Absoluto, sino exponerlo en la maldad de su ridículo, que podría contribuir a desactivarlo, si es que no es ya demasiado tarde para que tenga efectos tremendamente destructivos:
Cuando escribí mi libro Eichmann en Jerusalén (...) una de mis principales intenciones era destruir la leyenda sobre la grandeza del mal, sobre su fuerza demoníaca, hacer que la gente dejara de sentir admiración por los grandes malvados, como Ricardo III y demás. (...) ahora dice Brecht: que Hitler no tuviera éxito no prueba que fuera un idiota, y la desmesura de sus designios tampoco le convierte en un gran hombre. No vale ni lo uno ni lo otro, es decir, toda esta categoría de la grandeza no es adecuada. Que las clases dominantes permitan a un pequeño delincuente convertirse en un gran criminal no le garantiza un lugar privilegiado en nuestra visión de la historia. Es decir, que se convierta en un gran criminal y que lo que haga tenga grandes consecuencias no aumenta su valor. Y luego, de manera general, afirma en esas observaciones desconcertantes: se podría decir que la tragedia trata el sufrimiento de la humanidad menos en serio que la comedia (113-114).
También, en los comienzos de la Ilustración española, Fray Benito Jerónimo Feijóo, en sus ensayos "La política más fina " y "Maquiavelismo de los antiguos" (del "Teatro Crítico Universal") negó la originalidad y la grandiosidad de Maquiavelo, al que muchos tenían por un genio del mal de gran influencia en la Historia. “La práctica del mundo no se tomó de la doctrina de Maquiavelo; antes, la doctrina de Maquiavelo se tomó de la práctica del mundo”, dice.
ResponderEliminarEs como una formulación del realismo político, muchas gracias.
EliminarMe apunto esos ensayos, qué interesante, muchas gracias.
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