miércoles, 9 de marzo de 2022

En Madrid el MNAD - La Colección - telas

No me imaginaba yo mirando telas, pero había una sala monográfica, Esa no tenía, por no tener, ni códigos QR, ni cartelas ni nada: era como si metes a un moldavo en una sala de un Museo de Finlandia.

Yo pongo lo que vi y si os gusta, pues muy bien. Esto era de una Dalmática del XVI, del Nacimiento de la Virgen, creo (si no, será el Nacimiento de san Juan):


Y esto me parece que era un dechado, eso que bordaban las señoritas para mostrar su pericia:


Había de todas las épocas y de todas partes en aquella sala. Yo estaba y no estaba ubicado a la vez, como el gato de Schrödinger, por ejemplo con esto de William Morris:



Esto era de dalmáticas, creo:


Había vitrinas pero también cajones que abrían vitrinas. En uno apareció este abanico tremebundo, hecho con plumas de pavo real. Justo ayer leí un pasaje del Orestes de Eurípides, donde aparece Helena de Troya (antes de Esparta), que se había acostumbrado en Troya al lujo frigio, “con un abanico circular bien trenzado de plumas”  (1427-28):

Ahí, las plumas de pavo real:

Y esto no sé para qué era, pero me imagino que sería para las piernas. Me recordó a Ucrania:

5 comentarios:

  1. Hombre, son más bonitos que los instrumentos de tortura y las ollas "express" que pusiste el otro día.

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    1. Veo que las sillas modernas no son tu fuerte

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    2. Si no son cómodas ni bonitas, ya me dirás tú dónde está su gracia.

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    3. A mí me fascina ver lo incómodas que son: representan muy bien los problemas del siglo XX: utopía frente a realismo. Como objetos pueden ser fascinantes, pero no "funcionan".

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    4. Son "nuevas" en el sentido de distintas de las de antes, ahí empieza y termina su virtud, si luego no sirven para sentarse es algo secundario, representan muy bien los problemas del siglo XX, como dice D. Ángel.

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