ἐγώ ἰμι Ταλοῦς, χαῖρε, Yo soy Talus, te saludo,
ἡ καταποντισθεῖσα la que se hundió en el mar
καὶ ἀνακομισθεῖσα y fue sacada y traída
ὑπὸ τῶν γονέων por sus padres
εἰς τὴν ἰδίαν. a su casa.
El katapontismós, el caer al mar (podía ser un castigo: ser tirado al mar) es hasta un tema de la mitología: lo hace Ino con su hijo Melicertes. Lo de ser llevada a casa a alguno quizá le recuerde una expresión parecida, cuando va a a morir Cristo y le confía a la Virgen a san Juan, y este se la lleva a su casa, εἰς τὰ ἴδια (19.27). También en el prólogo del mismo evangelio de san Juan se dice (1.11) que el Verbo vino a su casa (εἰς τὰ ἴδια) y no le recibieron. A la pobre Talus, que significa, parece, en egipcio, muchacha, la llevaron a casa, pero muerta.
*Alan K. Bowman et al., Corpus of Ptolemaic inscriptions. Volume 1, Alexandria and the Delta (Nos. 1-206). Part I: Greek, bilingual, and trilingual inscriptions from Egypt. Oxford: OUP, 2021.
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