Salí implado del Prado, me metí por una calle y al llegar a un cruce un señor, mientras se subía a un coche, me miró: era José María Aznar. Yo con los ojos le debí de decir que le reconocía, pero seguí mi camino. A cien metros, por el cristal de un restaurante, vi a Jaime Mayor Oreja comiendo. Jo, Madrid, gente importante a cada paso. Si fuera descarado les habría preguntado a los dos por "lo" de Castilla y León, pero tampoco me ha hecho falta mucho tiempo para ver a Aznar diciendo enormes estupideces, así que eso que me ahorré. Yo me pasmo no sé si de lo facha que me he vuelto o de que todos hayan movido la linde. No sé: todos, conscientemente o no, queremos ser el centro. Pero que al menos Dios me libre de caer en el centro centrado, eso nunca.
Seguí un poco más y vi una ambulancia y policía ante un edificio oficial: era el del CIS. Juro que no estoy adornando la realidad y que lo que cuento es como fue.
Iba a Madrid a dar una conferencia de un ciclo de Iniciación a la filosofía griega II: de Platón al Neoplatonismo, organizado en la Fundación Universitaria Española por Salvador Antuñano, un catedrático de filosofía muy competente (y además muy buena persona). A mí la filosofía me queda muy grande, pero lo que me propuso fue hablar de El Banquete de Platón y eso sí que lo podía hacer, arrimándome como hice a la barrera de lo literario. Me lo curré mucho, creo que lo expuse bien (acaba de salir el vídeo: he visto solamente un minuto, me da miedo verme todo el tiempo) y el público fue amable y receptivo. Pero vosotros decidiréis. Yo empiezo en el minuto 56 (antes, la conferencia del profesor Elía sobre La República):
Pues la conferencia está muy bien...
ResponderEliminarMuchas gracias, Anónimo, te lo agradezco mucho.
EliminarMagistral tu acercamiento al Simposio. Cumple perfectamente el objetivo de hacer querer volver leerlo (¡4 infinitivos concatenados!). Enhorabuena.
ResponderEliminar´Muchas gracias, Chema.
EliminarExcelente conferencia, muy clara y amena gracias al tono humorístico empleado a veces (los "juegos frívolos de paralelos" con Lorca, Ortega y compañía son tan divertidos como esclarecedores). No sólo da ganas de releer "El banquete" sino de volver a todo lo griego antiguo. Y de oír más conferencias suyas sobre otros autores griegos como Homero, Sófocles o Heráclito...
ResponderEliminarSobre el título: ¿valdría el de "La sobremesa" o sería demasiado osado?
Muchas gracias. Sí, pensé "La sobremesa" y también "A los postres". Todos ellos, incluido el de "La velada" tienen el problema de que se pierde la noción de esa institución característica griega que es el "Simposio" (pero con el problema que nosotros identificamos "Simposio" con "Congreso pequeño").
EliminarImplado, una palabra que no conocía hasta que se la oí a un viejo maestro que era de Valladolid. Ahora sólo vi unos minutos, estoy seguro de que voy a disfrutar mucho con su conferencia. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarLa usábamos de pequeños, por ejemplo cuando bebías demasiada agua de pequeño. Espero que la conferencia sea interesante
EliminarMe ha gustado mucho
EliminarMuchas gracias. Estoy seguro que la has visto con buenos ojos
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