Yo me estoy haciendo solemnes admoniciones a mí mismo: no tienes que poner el corazón en los vaivenes políticos. Pero me responde mi yo más apegado a la batalla política: es que tampoco está decidido todo. El movimiento del sábado de anunciar como ganador a Biden fue otro intento de presentar como decidido lo que todavía no lo es. Pero Trump irá a los tribunales.
En último extremo, la que iba a ser victoria abrumadora ha sido menos. Al menos en un blog que llevo tiempo siguiendo, A orillas del Potomac, dan sus argumentos para ver que no tanto mal van a poder hacer ni Biden ni sobre todo la bruja Harris (que puede quedarse con el puesto, porque él parece estar gagá). Digo lo de bruja porque me horrorizó su intervención en la sesión que vi en el senado con Amy Corey Barrett: echaba demagogia por la boca, ensartaba tópicos, exudaba intolerancia a lo Sánchez o a lo Adriana Lastra, así de mala me pareció.
Otra gran ventaja de todo esto es que lo que parecían teorías conspiranoicas se ha demostrado como real, para cualquiera que quiera verlo: el Deep State, el Estado Profundo, ese mundo de los negocios, la política (de extremo centro) y los medios, aquí y en USA, en el que estaban acostumbrado a comérselo y bebérselo todo entre ellos, mientras hacían como que jugaban al pluralismo, ha quedado a la vista de todos: censuran los tuits de Trump, cortan sus comparencias, no informan de irregularidades.
El mérito de Trump fue increíble hace cuatro años y ahora me parece que también: la grandeza de enfrentarse a ellos con descaro, sin las "formas" que ellos reconocen como reglas de juego, amañadas, claro está. Cuatro años de ataques sin piedad y al final en todo caso perdería por la mínima. Ya sé que estoy bastante solo pensando en esto, pero qué importa. También aquí los de extremo centro ven bien a Pedro Sánchez y a Casado y yo no.
Pero mejor leed a Hughes, que lo explica a las mil maravillas.
Me admira su valentía al defender a Trump públicamente. Yo no me atrevo, no tanto por miedo como por la pereza que me da tener que explicar que las cosas no son como nos las pintan los medios de comunicación, en general vendidos al pseudo progresismo. A mi Trump no me encandila, pero tan solo su postura pro vida le redime, a mis ojos, de sus muchísimos defectos. Sensu contrario, su tibieza frente al aborto, me impide desde hace tiempo poder votar al PP.
ResponderEliminarDice usted: "Ya sé que estoy bastante solo pensando en esto, pero qué importa."
ResponderEliminarPues se equivoca. En España, igual que en USA, da la impresión que la política y la mayoría de los medios de comunicación van por un lado y la gente vamos por el contrario aunque eso no siempre tiene reflejo en las urnas por un exceso de ruido mediático.
Asumo, hasta la última coma, lo que usted afirma aqui sobre Trump. Por tanto ya somos 2 que pensamos lo mismo, aunque en mi caso no me exprese con la claridad meridiana con la que usted lo hace.
Un saludo.
Aquí hay otro que defiende a Trump, por muy extravagante que sea en lo personal. Aparte ya sus éxitos económicos y su contribución a la paz, se ha mostrado defensor de la vida humana desde sus comienzos. Y su discurso del monte Rushmore, que nadie debería ignorar, es la pieza oratoria más lúcida y más conmovedora que he oido en muchos años.
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