De Milán salimos, después de aprender a usar por primera vez el GPS, en un Fiat 500X de alquiler, hacia Mantua. Por cierto que no sé por qué no dicen nada en las agencias cuando te dan el coche. O quizá es que deba preguntar yo: la cosa es que tardamos en caer en la cuenta de que si te acercabas con la llave, incluso en el bolsillo, el coche se abría: novedades modernas. Y cuántos coches hay en todas las carreteras de Italia. Y cuántos camiones, muchísimos, adelantándose entre ellos. Y atascos y frenazos en medio de una autopista de tres carriles. Qué lujo vivir en la España vaciada.
Aquella llanura, la del Po, es la definición de la feracidad.
En Mantua vimos primero la basílica de san Andrés, pero a lo que íbamos era a visitar la Camera degli Sposi en el Palacio Ducal. La pintó Mantegna, nacido allí como Virgilio (¡vaya dos con los que presumir!) y creo que es uno de los sitios más bonitos que he visitado en mi vida. Se conserva muy bien y es un prodigio de elegancia, de finura y de pintar en estado de gracia. Se suponía que sólo puedes estar cinco minutos, pero estuvimos prácticamente solos durante media hora, mientras la Última Cena de da Vinci en Milán, en la que casi no se debe de ver nada, de lo poco que queda del fresco, estaría repleta de gente: paradojas de la vida.
Lo mejor que podéis hacer es ver este vídeo, muy bueno, incluso si no sabéis inglés:
Yo hice muchas fotos, pero muchas salieron como mal. Es una sala, la alcoba del matrimonio de los Duques de Mantua, pintada enterita de frescos. Son los señores recibiendo a visitantes, rodeados de sus familiares y sirvientes. Es todo un ejercicio de verismo, de perspectiva, de juegos entre lo vivo y lo pintado:
Muchos perros, todos muy bien pintados:
Aquí esta una inscripción difícil de leer ahora. Mirad la cortina azul y el paisaje y los edificios:
El techo, también pintado, era puro clasicismo de medallones de emperadores romanos:
En los espacios que quedaban estaban los trabajos de Hércules:
En el centro está el famosísimo óculo fingido, una supuesta abertura al cielo, con una maceta peligrosamente sujetada por dos chicas burlonas y unos angelotes que parece que en cualquier momento parece que van a hacer sus necesidades sobre los que estamos contemplándolos:
En la pared, los Marqueses están sentados recibiendo a las visitas. El muro de detrás y el jardín al fondo los he visto muchas veces también en Florencia. Arriba, guirnaldas enmarcan el cielo:
El cortejo de "las visitas"
Estos son familiares de los Duques. En medio está el cardenal de la familia:
El paisaje es precioso, con ecos de Roma:
Otro perro ahí:
Una pilastra pintada
Y esto es de madera:
Pilastra pintada con cortina pintada "encima"
Recorría la pared por abajo esta decoración sencilla, muy bonita:
Aquí está una alfombra pintada junto a la chimenea "real":
Y como no os habréis aclarado, os pongo fotos generales de las DOS paredes con frescos más detallados y el techo, de wikimedia:
Aquella llanura, la del Po, es la definición de la feracidad.
En Mantua vimos primero la basílica de san Andrés, pero a lo que íbamos era a visitar la Camera degli Sposi en el Palacio Ducal. La pintó Mantegna, nacido allí como Virgilio (¡vaya dos con los que presumir!) y creo que es uno de los sitios más bonitos que he visitado en mi vida. Se conserva muy bien y es un prodigio de elegancia, de finura y de pintar en estado de gracia. Se suponía que sólo puedes estar cinco minutos, pero estuvimos prácticamente solos durante media hora, mientras la Última Cena de da Vinci en Milán, en la que casi no se debe de ver nada, de lo poco que queda del fresco, estaría repleta de gente: paradojas de la vida.
Lo mejor que podéis hacer es ver este vídeo, muy bueno, incluso si no sabéis inglés:
Yo hice muchas fotos, pero muchas salieron como mal. Es una sala, la alcoba del matrimonio de los Duques de Mantua, pintada enterita de frescos. Son los señores recibiendo a visitantes, rodeados de sus familiares y sirvientes. Es todo un ejercicio de verismo, de perspectiva, de juegos entre lo vivo y lo pintado:
Muchos perros, todos muy bien pintados:
Aquí esta una inscripción difícil de leer ahora. Mirad la cortina azul y el paisaje y los edificios:
El techo, también pintado, era puro clasicismo de medallones de emperadores romanos:
En los espacios que quedaban estaban los trabajos de Hércules:
En el centro está el famosísimo óculo fingido, una supuesta abertura al cielo, con una maceta peligrosamente sujetada por dos chicas burlonas y unos angelotes que parece que en cualquier momento parece que van a hacer sus necesidades sobre los que estamos contemplándolos:
En la pared, los Marqueses están sentados recibiendo a las visitas. El muro de detrás y el jardín al fondo los he visto muchas veces también en Florencia. Arriba, guirnaldas enmarcan el cielo:
El cortejo de "las visitas"
Estos son familiares de los Duques. En medio está el cardenal de la familia:
El paisaje es precioso, con ecos de Roma:
Otro perro ahí:
Una pilastra pintada
Y esto es de madera:
Pilastra pintada con cortina pintada "encima"
Recorría la pared por abajo esta decoración sencilla, muy bonita:
Aquí está una alfombra pintada junto a la chimenea "real":
Y como no os habréis aclarado, os pongo fotos generales de las DOS paredes con frescos más detallados y el techo, de wikimedia:
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