A mí un prurito me impide ponerme lírico a estas alturas del año con las castañeras, pero puedo saludar la llegada del otoño con el suelo mojado de Santiago
Y el roble rojo (Quercus rubra) a la entrada de la Facultad, que en dos días ha empezado a amarillearse por dentro (podéis mirar fotos que hice de él en 2015 y en 2016 y en 2017):
Y el roble rojo (Quercus rubra) a la entrada de la Facultad, que en dos días ha empezado a amarillearse por dentro (podéis mirar fotos que hice de él en 2015 y en 2016 y en 2017):
Te entiendo. Aquí no he visto castañeras, pero mañana pienso ir al Pirineo, y allí el otoño suele ser apabullante.
ResponderEliminarUn abrazo