¿No habéis visto una buena mujer que tiene una hija liviana, ventanera? Ruégale: «Hija, no hagas eso, mira que te echas a perder, mira que me das mucho enojo»; llévala a confesar, a los sermones, y no aprovecha nada. Cuando esto ve la madre, que todo cuanto hace no aprovecha nada, ni su hija quiere enmendarse, hártase de llorar (OC I, 202).
viernes, 27 de marzo de 2015
san Juan de Ávila sobre Jesús, varón de dolores (b)
Quise poner esta cita ayer, junto con el otro texto sobre hijas livianas y ventaneras. Hacen un pendant muy bueno en esa idea del dolor maternal de Dios (y hoy, para redondear, es la Virgen de los Dolores). Quizá este texto sea todavía más bonito:
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