Parece que se hubo Dios aquí con el hombre como la buena madre con la mala hija que se le comienza a hacer liviana. Porque, cuando no le valen ya ni palabras ni castigos, vuelve las iras contra sí misma, y dase de bofetadas y despedázase la cara, y pónese así desfigurada delante de la hija, por que por esta vía conozca ella la grandeza de su yerro y siquiera por lástima de la madre se aparte de él.
jueves, 26 de marzo de 2015
san Juan de Ávila sobre Jesús, varón de dolores
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Esta misma mañana visité la exposición. El Calvario de Van der Weyden me ha conmovido como pocas cosas en mucho tiempo: el tamaño es colosal y sus colores blanco-sangre fascinantes. Si pasa por Madrid, no deje de verla.
ResponderEliminarQué envidia me da. A ver si cuadra y puedo visitar la exposición en Madrid.
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