Flannery O'Connor cumplía años el día de la Encarnación: nada más apropiado.
Aquí parecía que no había roto nunca un plato.
Y esta foto es extraordinaria:
El otro día alguien ponía su certificado de bautismo:
Aquí, con las monjas que cuidaban enfermos terminales de cáncer (las de la hija de Hawthorne), que le encargaron la edición de A Memory of Mary Ann:
Y aquí ante un autorretrato suyo que yo no conocía:
Podéis pasaros por mi blog monográfico para últimas novedades: las hay bien buenas, por ejemplo esta portada de una edición japonesa de Un hombre bueno es difícil de encontrar:
Aquí una necrológica bien curiosa de Manley Pointer, un pavo real que murió hace poco en Andalusia: estan locos estos flannerólogos.
La vista desde el porche de Andalusia, la más habitual para ella en los últimos años de su vida:
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