Pero me desperecé pronto.
Aquí sí que echo de menos las notas que tomé y que se perdieron.
Por recordar algo mirando catálogos: retablos como este asombroso de Jaume Serra, con escenas de milagros eucarísticos en la predela, que se ven muy bien si ampliáis los detalles. O este de san Vicente de Bernat Martorell. Me interesó muchísimo todo ese gótico catalán, maravilloso, maravilloso, una auténtica maravilla.
Aunque también había gótico de al lado de mi pueblo, de Mahamud, las admirabilísimas tablas de la tumba del caballero Sancho Sánchez Carrillo, con los plañideros y las plañideras.
Y Bartolomé Bermejo.
Y descubrir la Virgen de los Consellers, tan vaneyckiana, de Dalmau. Verla en foto y verla allí: esa es la diferencia, y sobre todo con Jaume Huguet: uno de los mejores pintores que he visto en mi vida.
Tremendo descubrimiento.
Grandes pinturas (3x3 metros lo menos) sobre tabla: una Última cena, un san Vicente torturado y sus milagros póstumos. O la consagración episcopal de san Agustín.
Y Bartolomé Bermejo.
Y descubrir la Virgen de los Consellers, tan vaneyckiana, de Dalmau. Verla en foto y verla allí: esa es la diferencia, y sobre todo con Jaume Huguet: uno de los mejores pintores que he visto en mi vida.
Tremendo descubrimiento.
Grandes pinturas (3x3 metros lo menos) sobre tabla: una Última cena, un san Vicente torturado y sus milagros póstumos. O la consagración episcopal de san Agustín.
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