Me sorprendió lo sórdido que era todo en buena parte de la colección del Reina Sofía. Luego me acordé de que en El Prado terminan con Sorolla y Beruete, que por lo tanto no están allí. El Reina Sofia es el reino de lo oscuro: estoy leyendo La busca, de Pío Baroja, novela de la sordidez, que por eso mismo no me convence mucho, y este Museo está abonado a lo lumpen, lo oscuro, lo retorcido. Hay excepciones.
Uno es, paradójicamente Ricardo Baroja, que siendo muchas veces bien oscuro, puede ser luminoso, como en este cuadro, que me sorprendió, como de Pissarro, donde ves bien el tema de su título, Mañana de invierno:
Había varias salas sobre arquitectura, muchos planos del ensanche de Arturo Soria y del de Cerdá en Barcelona, muy interesante todo, con unos planos y unos dibujos estupendos. Había dibujos de Le Corbusier. Les hice fotos, pero salían con reflejos. Mejor miradlo en este enlace.
También pensé, en las salas dedicadas al cubismo, que es un movimiento muy decorativo, al menos visto ahora. Supongo que en su momento querían ser transgresores. El que me parece mejor, es Juan Gris:
Por terminar con el recuento de este Museo, estuve un buen rato delante del Guernica y no, no me convence. No me convenció nada de lo que vi allí de Picasso.



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