lunes, 19 de mayo de 2025

La alegría como premisa

Me dijeron que estaba muy bien Cuando el amor construye la familia, de María Isabel Alvira, un libro que una hija ha escrito sobre sus padres, pero qué padres: en proceso ambos de beatificación. Me ha gustado: el tono es sencillo, pero bien armado de fondo. Transmite muy bien la santidad en lo cotidiano de ambos, en su vida matrimonial y familiar. Eran del Opus Dei. Tomás, el marido, conoció en plena guerra civil a san Josemaría. Fueron de los primeros supernumerarios del mundo.

Me ha llamado la atención una cita que pone la autora de san John Henry Newman, que trae a propósito del ejemplo de alegría que daba Paquita, su madre:
Dios nos ha prometido que su regla, la que se cumplirá a través de su Providencia ordinaria, va a ser esta: que la vida no será una carga sino una bendición, y que hallaremos en ella más alegría que dolor (Sermones Parroquiales 5.262).
También recoge otra de él, de unas páginas después:
"en general, la vida es felicidad (...). La alegría es la misma condición de nuestro ser, y todo dolor es poco más que externo, incapaz de alcanzar lo más intimo del corazón (266).
La cosa es que me ha alegrado leer la frase: parece como que dice algo sencillo, pero el hecho es que no solemos oír cosas como estas. Hasta podría parecer como que la tristeza o un estado neutro fuese lo normal, cuando no es así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario