miércoles, 12 de junio de 2024

Una pesadilla

No está bien contar sueños, me parece, pero contaré este.

El otro día soñé que estaba en Ciudad Real, me pasa con cierta frecuencia, suelen ser sueños buenos. Luego resultó que quería salir de una estación y no podía: hasta que me desperté. Despierto, caí en la cuenta que la del sueño se parecía mucho a la estación de Chamartín, en la que estuve hace dos meses, intentando encontrar la entrada llegando desde el metro: creo que no tengo en mi experiencia imagen más cercana al infierno que aquella búsqueda entre pasillos y obras de la puerta. 

Quizá me acordé en el sueño porque había visto ese día unas imágenes de mogollón de gente en el espacio central de Chamartín. Yo también estuve en un mogollón así, esperando a que se les ocurriera poner en qué vía estaba mi tren, después de pasar un control de bombas que no sé qué hace en la estación: ¿para evitar que alguien ponga bombas en trenes, es eso? Doy ideas: pueden poner la bomba en el hall de la estación, antes del control de bombas, mirá qué fácil. Eso de Chamartín es otro ejemplo de cómo están creciendo los controles de seguridad. El otro día me dijeron que la Xunta da un millón de euros para los guardas de seguridad de la Catedral de Santiago: antes entrábamos con normalidad, ahora está todo estabulado, hay carrilitos, controles, barreras. Todo por nuestro bien.


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