En junio de 2008, con toda mi ingenuidad, visitaba el Pórtico de la Gloria pensando que estaría restaurado en dos años: diez tardaron.
Contaba que veía cortar troncos en la Alameda, que había quedado con un amigo que ahora vive en Japón, y me quemaba en la costa entre Soesto y Camelle.
También recogía un texto en el que Waugh explicaba Retorno a Brideshead.
Un apunte paisajístico había en Cereales, tojos y gamones.
Una excursión por Orbaneja y Moradillo de Sedano.
Hacía tácticas de guerra psicológica con unos niños hostiles, mientras oía a la Banda de su pueblo.
Empezaba a criticar una exposición del CGAC. Las críticas: la primera, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta.
Ponía el poema de Milosz sobre leer con los dedos, que tan importante ha sido para mí.
Llego tarde a repasar contigo los contenido pasados del blog, pero estoy aprovechando este sábado de lluvia y vagar para leerme todo lo que has ido destacando. Como ya te comenté en la entrada (más reciente que esta...) del 20 aniversario, disfruto y aprendo mucho en este sitio, pero además con tus visitas al CGAC consigues siempre que me ría con ganas. Sin dejar de reflexionar, claro: la del PAN-pan tiene mucho de ambas...
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