A mí de Lucerna lo que me sonaba era la leyenda del lago: también allí juegan con la idea de una ciudad bajo las aguas. Estuvimos paseando por el centro histórico, que me pareció bien, con típicas iglesias barrocas, un poco monótonas, la verdad. Había puentes de madera cubiertos, que bajo el techo tenían cuadros con unos versos alusivos debajo:
Yo lo que recordaré de Lucerna es cuando nos fuimos a comer unos bocatas a un paseo junto al lago, con las montañas al fondo: era una vista maravillosa, para quedarse allí, incluso acampado, aunque mejor en algunos de los muchos hoteles que había detrás.
Qué belleza el león. Tuve la oportunidad de visitar el museo dedicado a Thorvaldsen en Copenhague (una ciudad "muy tú"). Me encantó.
ResponderEliminar¡Me encantaría llegar a conocer Copenhague!
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