Tres semanas en Zürich 18 - Appenzell y Liechtenstein

El día que fuimos a san Galo nos acercamos luego hasta Appenzell, una ciudad pequeña "muy típica": a mí me pareció pastelosa, la verdad, pero al menos alguna casa no estaba perfecta. Me gustó esta superficie de pequeñas teselas de madera. con la pintura resistiendo a medias:

a cambio pudimos ir por carreteras con prados maravillosos: yo no me aburriría viajando siempre por Suiza, todo es tan admirable, sobre todo en las zonas de montaña, esos prados de Heidi. 

En Appenzell estuvimos en la iglesia, barroco-rococó como casi todas. Me llamó la atención que había bancos para los que iban a confesar, cada varias filas:

Luego, por hacer el gasto y sumar sin mucha dificultad un país a la lista, nos acercamos a Liechtenstein, que es un pueblín-estado, todo muy ridículo. Lo único que le daba un poco de porte era que por allí pasaba el Rhin, todavía pequeño, pero su nombre pesa. El país era como de opereta, todo muy limpio, eso sí. Aqui tenéis el parlamentín: