De Holbein había otros cuadros. Por ejemplo un retablo del que me fijé en este paisaje:
Estas calaveras son prodigiosas:
Este es Jacob Meyer, el alcalde que aparecía en la inscripción que puse el otro día de la Catedral, con su mujer:
De los dos había dibujos del propio Holbein:
Me hizo mucha ilusión ver que había sido él el que hizo el anagrama del impresor Froben:
Y en el capítulo Erasmo, una figura que me produce sentimientos encontrados, este cuadrito, donde no parece especialmente simpático:
Y este otro más famoso, escribiendo, de 1523, 10 años anterior:
También en la colección de dibujos había uno, que era una copia de un grabado de Holbein:
Aquí está representada la cortesana antigua Lais de Corinto:
Y esto sí que es un retrato de Bonifacius Amerbach:
No hay comentarios:
Publicar un comentario