Era hora de terminar la visita a la Acrópolis. Ahí me pude fijar más en los Propíleos, las puertas de entrada, que le costaron un fortunón a los atenienses, como creo que decía Tucídides. Os pongo primero una maqueta del Museo de la Acrópolis, donde se ven las paredes con puntos de piedra:
Y así sería la entrada:
Ahora real: primero el lateral con los puntos salientes:
Pasando por el medio de los Propíleos, podías tocar las columnas (pero estaba prohibido)
Aquí se ve a toda la peña:
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