lunes, 11 de septiembre de 2023

Tres días en Atenas 2 - La Catedral Católica

La calle que más recorrí de Atenas fue la de Homero. Como calle no es gran cosa, pero por ella llegaba a la Catedral Católica, que está al lado de la Universidad y de la parada de metro de Πανεπιστήμιο, que, cosas de la vida, significa "Totalidad del saber", es decir, poniéndonos optimistas, "Universidad".

La Catedral Católica es de mediados del XIX y no se corta en absoluto en tener un perfil de basílica romana y una inscripción en la fachada en latín. A mí me hubiera gustado más que la hubieran puesto en griego, pero me quiero imaginar que era por no pisar callos. De cuando estuve la otra vez en Grecia, hace muchos años, me quedó la impresión de que los griegos identificaban con la ortodoxia a toda Grecia y a todos los griegos, así que los católicos deben de ser percibidos como una especie de extranjeros, cuando de hecho podrían reclamar, igual que los ortodoxos, su procedencia de Dioniso Areopagita, el primer converso ateniense. De hecho, y eso está bien, la Catedral está dedicada a su nombre y a la vez hay una iglesia ortodoxa dedicada a él, donde tenían este icono:

Yo iba a Misa, estábamos unas veinte personas, y el ambiente era como de iglesia recalentada, hasta que me di cuenta de que había unos aparatos de aire acondicionado en un lateral: los demás días, a su vera que me puse.

La Misa era en griego moderno. Me hacía mucha ilusión, en la Comunión, que dijera el sacerdote τὸ σῶμα καὶ τὸ αἵμα τοῦ Ἰησοῦ (a la moderna: to soma ke to ima tou Isú). Los primerísimos cristianos fuera de Israel hablaban griego y por eso el Nuevo Testamento está escrito en griego. Pero la placa que conmemora la visita de Juan Pablo II es de 2001:

En un lateral estaba san Pablo predicando en el Areópago, con ese estilo como nazareno del XIX:

17 comentarios:

  1. "el Nuevo Testamento está escrito en griego".

    C.Tresmontant et J.Carmignac, entre otros, han demostrado que la versión original de los Evangelios está escrita en hebreo o en arameo (que era un dialecto popular del hebreo) y que su redacción es mucho más cercana a los hechos contados de lo que dice la Iglesia.

    https://fr.wikipedia.org/wiki/Claude_Tresmontant

    https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean_Carmignac

    https://www.philo5.com/Les%20vrais%20penseurs/25%20-%20Claude%20Tresmontant.htm

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    1. El hecho es que el Nuevo Testamento está en griego. Que pudiese haber originales arameos es una hipótesis que no estoy en condiciones de discutir: lo que hay es el texto griego, se pongan como se pongan.

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    2. Lo que hay es la traducción griega (no siempre bien hecha - Tresmontant da ejemplos en su entrevista de palabras muy importantes mal traducidas - "crimen" es traducido por "pecado", o "certeza" por "fe" por ejemplo).

      Yo tengo los Evangelios traducidos por él y los he leído: su texto es mucho más duro, realista y sobre todo claro que las traducciones del griego. Él dice que la Iglesia "utiliza una version romántica de los Evangelios" influenciada por el racionalismo del siglo XIX.

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    3. A mí es una teoría que me suena a pasarse de listos: hacer el supuesto original hebreo o arameo y convertir el original en una traducción. Seguro que habrá construcciones hebreas o arameas de fondo, pero el hecho es que lo que tenemos es un texto griego. No sé por qué nadie explica por qué no se conservó nada, ni una línea, de ese supuesto original hebreo o arameo.

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    4. (Se me ha olvidado firmar mis dos comentarios anteriores. Sorry...)

      Para quien sabe hebreo y griego, al parecer el texto griego suena a calco del hebreo. Yo eso lo entiendo muy bien, porque conociendo el francés (vivo en Francia desde hace muchos años) cuando leo un texto español traducido del francés lo noto rápidamente (sobre todo si la traducción es mediocre).

      En cuanto a la inexistencia del texto hebreo, Tresmontant lo explica por la manera en que muchos textos se escribían en la época: había un testigo que contaba los hechos en hebreo (en el caso de los Evangelios un apóstol que los había vivido y había, pues, conocido a Jesús) y había un traductor que los traducía en griego y se los dictaba a un escriba que los escribía.

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    5. ...un escriba que los escribía... en griego.

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  2. No sé, yo tampoco estoy en condiciones de discutir sobre el tema pero me dedico a estudiar la exégesis patrística del Cuarto Evangelio y en Juan hay cosas que no pueden ser traducidas ni meros calcos. Ciertas expresiones, neologismos, imágenes de gran viveza, formulaciones cristológicas... Creo que hay que huir de estas adhesiones tan vehementes y de estas enmiendas a la totalidad. En el estudio de la transmisión del texto bíblico hay mucho iluminado.

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    1. En la muy interesante entrevista que he enlazado más arriba, Tresmontant habla mucho de Juan y su evangelio.

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  3. Mucho iluminado y mucho cínico, me ha faltado por decir. ¡Cómo va a saber ese griego finísimo un pescador o un cuentamonedas! Pues nada, ya puestos, dejemos también de creer que Jesús es Dios... La gente se pone en evidencia solita y la función soteriológica de la fe se va por el sumidero.

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    1. La fe no tiene nada que ver con el problema de las traducciones. Se trata de encontrar la palabra auténtica de Jesús con el mínimo de traducciones entre ella y nosotros. Todos los que hemos traducido sabemos hasta qué punto una traducción puede modificar un texto, incluso siendo correcta.

      A mí lo que más me extraña es que el problema capital de la traducción interese tan poco en general y la de los textos sagrados en particular. La gente lee la Biblia en cualquier traducción, creyendo que todas dicen lo mismo. Sólo quien las compara con otras de la misma lengua y otras de otras lenguas, se da cuenta de que es muy difícil saber lo que dice el texto original. En Francia hay traducciones de la Biblia calcadas del hebreo (la de Chouraqui, por ejemplo) que son muy difíciles de comprender.

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    2. Señor mío, qué decirle... Para empezar, aquí nadie ha demostrado nada. Lo que usted esgrime como una demostración es tan solo una hipótesis, y muy mal planteada, por cierto. Por otra parte, la traducción del texto bíblico interesa tanto que hay cientos de departamentos universitarios civiles y religiosos en todo el mundo dedicados con ahinco a ello. Pero aquí se trata de otra cosa. Hay que distinguir entre el idioma original en el que fueron escritos los Evangelios y la recepción de ese texto. Aún suponiendo que hubiesen existido originales hebreos o arameos de los cuatro Evangelios, al no haber sido citados por ningún padre y al no haber sobrevivido ejemplar alguno, no han tenido ninguna influencia en el desarrollo de la Iglesia y en la recepción del texto bíblico por el pueblo de Dios.

      En segundo lugar, cabe distinguir entre las posiciones de los estudiosos que se citan anteriormente. Carmignac se inscribe en la línea que postula la existencia de un posible original en lengua semítica del texto de Mateo. Esta hipótesis tiene un cierto apoyo externo en los testimonios antiguos, como el de Papias o el de Jerónimo, que afirma haber visto el llamado "Evangelio de los hebreos", que sería una versión hebrea de Mateo (nadie dice que sea el original). Tresmontant, por su parte, se basa principalmente en criterios internos del texto; el problema de esta forma de proceder es que es muy fácil caer en la circularidad: recordemos cómo el Institut Nova Història "demostró" con métodos muy parecidos (existencia de presuntos calcos semánticos o gramaticales, errores, etc.) que la lengua original del Quijote era el catalán. Este tipo de razonamiento, además, se topa con una clara dificultad: un traductor es, por definición, alguien con un buen dominio de la lengua meta. Flavio Josefo, cuyo griego era exquisito, traduce un gran número de fuentes hebreas en su obra sin que se note torpe o trasluzca. Una explicación mucho más convincente de algunos giros semíticos de los Evangelios es, precisamente, lo que probablemente le ocurra a usted cuando trate de escribir en francés: seguro que en más de una ocasión se ha sorprendido a usted mismo hablando o escribiendo francés en los mismos términos en los que Arévalo cuenta un chiste (no lo niegue...). El griego llevaba asentado en el Mediterráneo oriental varios siglos, y los lugareños tenían nociones de un griego helenístico menos que literario pero suficiente para sus interacciones diarias, como el inglés que chapurrea un vendedor de recuerdos en la Jerusalén actual.

      (...)

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    3. (Continuación)

      ¿Qué hacemos con Lucas, especialmente con su prólogo y el lector helenístico al que se dirige? ¿Qué hacemos con el vocabulario estoico y medioplatónico del prólogo de Juan? ¿Qué hacemos con nociones tan perfectamente expresadas en griego como epiousion? ¿Qué hacemos con Marcos, dirigido abiertamente a un público gentil? La complejidad de la cuestión nos obliga a no ver los cuatro Evangelios como un bloque. Hay que estudiar cada caso por separado y, a mi criterio, el único que estaría sujeto a debate es Mateo, por los apoyos patrísticos que mencionamos con anterioridad, si bien no deja de ser una hipótesis más bien débil.

      Otra cosa son las imposturas de Chouraqui, quien admite que su Nuevo Testamento es pura hipótesis: se imagina un original en hebreo, y lo "retraduce" al francés. Es un ejercicio curioso, pero hace que su Nuevo Testamento tenga un valor infinitamente menor que su Antiguo Testamento, en el que sí trasluce toda la aspereza y el semítico atractivo del hebreo. Pero en ningún caso debemos caer en la tentación de desautorizar a un texto inspirado bajo el pretexto de que sea una mala traducción de un presunto original que existe, por supuesto, en nuestras cabezas, pues ello equivale a ponerse en lugar de Dios quien, en su infinita providencia, otorgó a estos autores sagrados las herramientas para llevar su palabra a las naciones, y preservó esta palabra en toda su pureza.

      Lo que de verdad me preocupa es que mientras algunos teorizan sobre supuestos originales que nadie ha visto y que ningún padre ha citado, otros nos están colando textos a partir de bases textuales arrianas del siglo IV en los que se llama a Jesús "un dios unigénito" y a todo el mundo le parece bien. Eso es lo que nos debería preocupar y no patalear sobre uno lo que ha leído en un librito o visto en un documental. Y sí, amigo, la fe lo es todo, porque estos libros están escritos por fieles y para fieles, para suscitar en ellos la fe y que con ello se salven.

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  4. Vaya, se ha perdido la segunda parte del mensaje.

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    1. Perdón, me hice un lío gestionando los comentarios. Creo que ahora están todos. Y por cierto que es muy interesante la conversación. Yo me aferro al hecho de que el texto está en griego. Que haya un trasfondo arameo y hebreo, pues sí, pero lo de pensar en textos (o versiones orales, que eso es muy socorrido) arameos / hebreos, sin saber yo mucho del tema, es algo que nunca me ha convencido.

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  5. Falta mi primer comentario, sin el que no se pueden entender los siguientes:

    C.Tresmontant et J.Carmignac, entre otros, han demostrado que la versión original de los Evangelios está escrita en hebreo o en arameo (que era un dialecto popular del primero) y que su redacción es mucho más cercana a los hechos contados de lo que dice la Iglesia.

    https://fr.wikipedia.org/wiki/Claude_Tresmontant
    https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean_Carmignac
    https://www.philo5.com/Les%20vrais%20penseurs/25%20-%20Claude%20Tresmontant.htm

    Sobre el fondo del asunto, para poder discutir de un tema tan complejo hay que leer a Tresmontant y Carmignac (y otros, puesto que ellos no son los únicos que defienden la teoría de un original de los Evangelios en hebreo o arameo).

    Un largo artículo en español sobre la teoría de Jean Carmignac:

    "El nacimiento de los Evangelios sinópticos (Jean Carmignac)"
    https://www.infocatolica.com/blog/bloggerleen.php/1309090924-el-nacimiento-de-los-evangeli

    Un artículo en español sobre Tresmontant:
    "Claude Tresmontant y el ‘Ensayo sobre el pensamiento hebreo’."

    https://www.almudi.org/articulos/11889-claude-tresmontant-y-el-ensayo-sobre-el-pensamiento-hebreo

    Aparte de la entrevista con Tresmontant, el libro de Guy Sorman "Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo" (Seix Barral, 1991) contiene otras 27 entrevistas muy interesantes, entre ellas la de René Girard, o Karl Popper.

    El libro se puede comprar aquí, a partir de 6 €,

    https://www.abebooks.fr/servlet/BookDetailsPL?bi=31550059006
    https://davidmedinaespinosa.com/las-otras-opiniones/guy-sorman-los-verdaderos-pensadores-de-nuestro-tiempo-seix-barral-1992/

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    1. No sé si he conseguido arreglarlo ya. Espero que sí

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    2. Sí, ahora parece arreglado.

      En mi último mensaje se me olvidó precisar que en este sitio

      https://davidmedinaespinosa.com/las-otras-opiniones/guy-sorman-los-verdaderos-pensadores-de-nuestro-tiempo-seix-barral-1992/

      se resumen muy bien las 28 entrevistas de "Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo" (para quien dude en comprárselo).

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