El viernes fui a Valladolid a la presentación del libro, donde disfruté mucho con lo que el autor nos fue contando: toda una clase magistral sobre pintura. Una compañera de carrera, a la que no sé cómo le llegó, me mandó una foto del acto:
Habíamos comido muy bien en la Plaza Mayor, pero dentro de un restaurante, frescos. Fuera, donde, hubo célebres Autos de fe de la Inquisición, había un torneo de pádel. No sé qué era peor, aquel viernes tórrido, al menos desde el punto de vista del calor:
No hay comentarios:
Publicar un comentario