miércoles, 1 de marzo de 2023

Ad Missam

Estuve buscando un poema de José Miguel Ibáñez Langlois que había puesto aquí hace bastantes años y me encontré con este otro que también conocía, pero que me volvió a impresionar
Ad Missam
Con un Lienzo me cubro la cabeza, con polvo
y ceniza, con la profunda noche. La luna
se eleva en las montañas del valle de Josafat.
Una blanca Mortaja me ciñe ahora el cuerpo
mientras san Juan enciende los cirios. El infierno
vela en la faz de Dios el sudor de su sangre.
Las antorchas judías se acercan en la noche.
El Cíngulo en mis lomos: por los eternos siglos
empujan de esta soga los hijos de Israel.
En mi cuello la Estola. Estoy triste hasta la muerte.
Padre, si puede ser que este cáliz se aparte
sin que rueden los mundos en tus manos. Por fin
viene el Manto sagrado. Yo caigo de rodillas.
Jesús el miserable está en manos del cielo
con su oscuro terror. La misa ha comenzado.
El modelo es el de las oraciones que el sacerdote puede rezar mientras se reviste (aquí las tenéis), de ahí el título: Ad Missam, que es [preparación] "para la Misa". Pero la Misa es literalmente la Pasión de Cristo y el sacerdote, revestido con esas vestiduras, es Cristo que va a morir en la Cruz.

El poema empieza con el amito, un paño cuadrado que se pone primero sobre la cabeza, tapándola, antes de bajarlo a los hombros y recogerlo alrededor del cuello. 
Luego se pone el alba, esa vestidura blanca que es aquí una mortaja. 
El cíngulo, el cinto de cuerda, sirve aquí para que arrastren a Jesús.
La estola es esa tira alrededor del cuello, que en este poema representa el cargarse con la tristeza. 
La casulla es ese manto sagrado, la solemnidad de lo que va a pasar. 

Así revestido, Cristo va a morir en la Cruz en la Santa Misa.

Es un poema impresionante y espero que no penséis que se refiere solamente a los curas. Os recuerdo un pasaje de san Pablo (Rom. 13.14): induimini Dominum Iesum Christum, vestíos de Jesucristo y os remito a un punto de Camino de san Josemaría, donde en concreto lo relaciona con el sacramento de la penitencia y a otro de Forja, donde habla más en general, pero luego concreta ese vestirse en la oración.

6 comentarios:

  1. Cristo asume el hábito de la carne en el momento de la encarnación para salvar al hombre en los términos propuestos por este. Al hacerlo, asume a la humanidad en su conjunto y, revistiéndose de la carne, puede emprender la búsqueda de la centésima oveja y portarla a hombros. Esa oveja es el hombre que, integrado en el cuerpo de su carne, es llevado al cielo. Gracias a esa carne y en virtud de la unción somos hermanos de Cristo.
    Es precioso que nosotros podamos vestirnos de Cristo, convertirnos en su heredad y, ser con Él, hijos en el Hijo.

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  2. Es increíblemente visual, qué imágenes. Cómo impresionan las implicaciones profundísimas y grandiosas de cada gesto, de cada palabra pronunciada en la Misa.

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  3. Un amigo mio de Briviesca se sabia un monton de canciones populares, entre ellas las que cantaban en el catecismo para aprender los objetos liturgicos; y habia una que recuerdo: " Cingulo es, la cuerda con que me le,me le, me le,ataron a la colurna (sic).

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    1. Muy interesante, muchas gracias, la relación con la Pasión del cíngulo. Por cierto que mi padre es de Pancorbo, allí al lado.

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