Israel Yehoshua Singer aparece en la obra de Isaac como ese hermano mayor que se ha independizado ya y ha roto los lazos con la tradición familiar y religiosa. Acabo de leer sus Memorias, De un mundo que ya no está, que quedaron sin terminar por su muerte: solamente pudo contar los trece primeros años de su vida, justo cuando nace ese hermano, Isaac, que sería premio Nobel.
El hermano mayor tampoco era manco como escritor. Yo hubiera querido leer todo lo que podría haber contado, aunque me alegro de que tengamos por lo menos esto, que me ha gustado mucho, una descripción de su vida en una aldea de judíos (un shtetl como El violinista en el tejado) en Polonia. Es hijo de un rabino, un hombre estudioso, poco práctico y de corazón de oro, retratado de modo inolvidable, y una madre hija de un rabino más práctico, de la línea menos mística, más realista, también un personaje de una pieza, en Bilgoray, donde pasaban los meses de verano.
No hay nostalgia, al menos explícita. Él murió en 1943, así que ni siquiera fue del todo consciente de la tragedia del Holocausto, de esos millones de pobres judíos asesinados en masa, que vivían en buena parte hablando en yiddish, sin saber casi polaco, manteniendo tradiciones de siglos, en torno a rabinos carismáticos.
Él claramente se presenta a sí mismo como alguien que quiere otra vida, otro modo de estar en el mundo, pero el retrato que hace de ese mundo pequeño de los judíos de aldea es veraz y comprensivo, aunque él no quisiera una vida así, dedicada al estudio de los textos sagrados. Pero cuenta todo con detalle, describiendo personajes muy vivos, costumbres llamativas para nosotros, un modo de vida que desapareció.
Angel, "Los hermanos askhenazi" me pareció una magnífica novela.
ResponderEliminarMuy feliz Año Nuevo!!