En Palacios de Benaver había de esos portones que a mí me llaman la atención ahora por esos colores apagados que debe de dar la combinación de sol de justicia en verano y frío polar en invierno:
Del Convento, era también de mencionar las tres estatuas yacentes de madera de García Fernández Manrique (Expertus belli dux: experto guía de la guerra) y Teresa Zúñiga, un matrimonio "de la preclarísima estirpe de Lara", con su hijo (Pedro Fernández Manrique y Zúñiga). Arriba dice que ahí "descansan, esperando la resurrección de la carne":
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