jueves, 24 de febrero de 2022

El cielo de Madrid 5 y final: Dacia romana

Acabo ya, con el periodo de la Dacia romana. Pero antes, unos brazaletes de oro y unos estáteros del siglo I a. C.


Esto es celta (porque los hubo; quizá os suenen los gálatas). Yo, viendo esto, siempre me acuerdo de las de Lagartera y de la Dama de Elche (que era ibera):

Pero yendo a lo romano, eran interesantes estas dos representaciones de gladiadores, como un ladrillo con uno dibujado y una lápida, con el texto en griego:



Había una inscripción del siglo II d. C. en griego de Tomi, la actual Constanza, una colonia griega. La acabé leyendo en clase de griego de la koiné. Es Crision (=Doradita), que murió con 25 años:


Mirad, mirad, diplomas militares:

Una tablilla de cera (falta la cera en el cuadro central) y un estilo para escribir:

Estos objetos de vidrio eran una maravilla, Y recordaban a los que pintó Velázquez:

Y me gustó mucho ver estos moldes de un cuenco de terra sigillata y de una lucerna:

Mal rollo el dios Glicón, que parecía de atrezzo de un peplum de Cinecitá, pero era antiguo de  verdad:

2 comentarios:

  1. El dios serpiente debe de haber servido de inspiración en más de una peli, por ejemplo la de Conan el bárbaro, interpretada por el que luego habría de ser gobernador de California.
    Hay cosas que se nota que están bien diseñadas porque apenas cambian en siglos: los cacharros de vidrio, que son como los del siglo XVII, como usted dice, o el estilo, que es casi igual que un portaminas victoriano.

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    1. Así es, lo bien hecho, bien parece. A mí la serpiente sí que me recuerda a esas películas tremendistas

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